Sunday, March 27, 2011

Las nueve que son las diez...


Las nueve que son las diez... y a Pinetop Perkins ya le toca los cojones que amanezca o no, qué pena.
Estos cambios estacionales de hora terminan siendo una milonga, sobre todo en el asunto de despertar y dormirse, coño...
Las nueve que son las diez... y el Mujama Gadafo sigue en sus trece matarifas riéndose de los pumpunes coalicionales en su bunker de plomo... y hoy somos los buenos con una hora más, que con una hora menos el bueno era él, que nos regalaba percherones y nos enjaimaba en el centro de la capital de España para darnos de comer y ponernos el petróleo a diez céntimos menos que Ahmadineyad y a veinte menos que Chávez... un lío por donde se mire, coño.
Hoy, que Japón es menos Japan y China es bastante menos Chinatown, los españoles virtualizamos el tiempo en un nudo gordiano [para quien no lo sepa, quien consiga desatar el nudo gordiano, podrá conquistar Oriente... y ahora no vale cortar la cuerda, como hizo en su día el tramposillo Carlo Magno para llevarse su gato al agua que le convenía] y nos adelantamos una hora al resto del mundo que no la adelanta... quizás sea para ‘saber’ con una hora de adelanto y sacarle ventaja a los países padrastro... y todo para terminarles diciendo “eso mismo digo yo” en el foro de la ONU.
Pero aún con hora de más seguimos siendo unos zarrias y solo sabemos estar por comparación... que ahora somos mejores porque en Portugal son peores [¿pero es que no lo fueron siempre, coño?]... pero si cada domingo veo cómo los engañan en los desayunos esquiaderos... “Desculpe, ¿não entra o suco com pequeno-almoço?”... “Ay, bonito, si es que como no sabes Español no te has enterado... que aquí la habitación es con ayuno, no con desayuno... claro, os hacéis un lío, pobreee, como al desayuno lo llamáis almuerzo y aquí almorzar es comer, pues la bebida no entra, ¿entiendes?... ¿capiscas?...”... “Sim, mas eu contratei um quarto com pequeno-almoço continental”... “pues eso, ‘pequeño’, si tú lo estás diciendo, majo, ‘pe-que-ño’, ¿ves?, una galleta maría y el café, que al ser líquido, es regalo de la casa... estos portugueses... ¡ay!, coño, lo que hay que aguantar, no se enteran... bueno, pues lo dicho, que el zumo de naranja son tres euros y la magdalena se te pone en dos con setenta y cinco, más el servicio en mesa, que no entra, me da ‘vosé’ doce euros y obrigado... y lo de continental, pues a la vista está, ¿o es que no has desayunado en el continente?... si es que hay que explicároslo todo, coño”... y encima les quitamos una hora de dormida... “oiga, las diez que son las once y me tiene que dejar libre la habitación... y obrigado... a nosotros no van a engañar estos...”.
Y llueve a mares mientras el oro brilla en el Regato del Oso, que es oro blanco, como el que llevaban los relojes Omega del setenta [ya le oí ayer decir a un paisano: “¡Cago en rus!, pero si yo lo he visto ahí de toda la vida, pero pensaba que era aluminio, coño, y por eso ni le hacía caso... con las putas apreturas que he pasao y con la fortuna a los pies siempre... qué puta desgracia!”]... y yo me siento engañado con la hora como con casi todo lo demás. Habrá que fijarse en los movimientos de la Iglesia Católica, que no es tonta, y empezar a imitarlos [ayer me enteré de que el Obispado de Plasencia va a poner a su nombre todas las propiedades de las parroquias bejaranas –que ahora pertenecen por escritura a cada una de las parroquias, que es decir a los católicos bejaranos– porque dicen que así es mejor... mejor para el Obispado de Plasencia, claro]. Si es que no aprendemos ni con una hora más.

'Yo soy tu párroco' y una de cebras.



Vino el tipo que dice eso de “yo soy tu párroco” [hoy traía alzacuellos] para pedirme que hiciera una foto del Cristo que tiene en la parroquia, a mano izquierda según se entra... y fui sin dilación, pues me encanta fotografiar imágenes sacras tanto como las paganas. La iglesia estaba vacía y abierta, así que pude hacer mis tomas con comodidad [razón tenía Franco DiMerda, al que leí ayer –y recomiendo encarecidamente– cuando contaba que ahí le dejan a uno sentarse gratis... siempre que no quieras luz para leer, claro]... santos, angelotes, vírgenes, cristos, silencio y olor a incienso... todo un decorado para un curso de preparación a lo que sea. Hice las fotos y me sentí realmente bien... que me habría quedado a echar una cabezadita si no fuera porque el trabajo acuciaba.
El día siguió anodino y metidito en agua, así que me compré una bolsita de ‘chiquitillos’ [aquí también los llaman tetillas de monja] para pasar algo mejor lo que me quedaba del día.
Por la noche me metí en la cama agotadino y puse la tele, como siempre, para pillar el sueño, pero me enganché a una entrevista y la seguí hasta su justo final... el entrevistado era un tipo elegante con pinta de ejecutivo de empresa moderna que hablaba de la necesidad de una mirada optimista, de vivir el ahora sin ponerle trabas al luego, de ver en cada acto lo positivo y no lo negativo... me encantó, de verdad... y de pronto explicó una especie de parábola sacada de un libro de Eduardo Punset para poner algo de claridad sobre el problema que supone para el hombre su exceso de precaución... decía el tipo: “En la sabana africana hay un grupo de cebras pastando y de pronto son atacadas por un grupo de leones. Las cebras inician despavoridas una carrera frenética y los leones las persiguen hasta que cazan a una de ellas. Justo cuando termina la caza, las cebras se detienen en su carrera y vuelven a pastar, mientras los leones devoran a la desafortunada sobre la que hicieron presa... las cebras comprenden rápidamente que los leones ya no son un peligro y aprovechan para seguir alimentándose, que eso es vital para tener las energías suficientes en un próximo ataque de los felinos. Imaginemos ahora que en vez de cebras, son hombres los que se están alimentando cuando sufren el ataque de los leones. Las fieras cazan a uno de los humanos más débiles y se agrupan para devorarlo... entonces veremos que el resto de los hombres que formaban el grupo no se detienen para seguir alimentándose, sino que siguen su carrera frenética aún sin ser perseguidos y hasta quedar absolutamente agotados y faltos de energía... y todo por saber adelantarse al posible pensamiento de los leones...¿y si cuando devoren al compañero cazado siguen teniendo hambre?... ante tal circunstancia el grupo se agota y, como no está bien alimentado, queda expuesto a ser presa no solo de los leones, sino de otros carnívoros más pequeños que en circunstancias normales no se atreverían a atacarle..”... oye, que me encantaron el perico y su discurso.
Y me dormí.

Sunday, March 20, 2011

Del Klondyke bejarano y una errata de prensa.

Brindando por el oro bijarrense y el 'decrecimiento' de los nuevos partidos políticos
[imagen tomada por Youssouph en la boda de Javi y Raquel].

Me desternillaba esta mañana cuando pillé uno de los periódicos provinciales y leí que Béjar va a ser poco menos que el Klondyke vettónico y cardoso... que con la crisis nos ha nacido una suerte de Yukon de andar por casa con veta de oro incluida, y eso que aquí no tenemos a ningún ‘tagish’ hurdano llamado Keish ni a un espabilado Carmack capaz de pescar salmones en la Garganta del Oso [¿o sí?]. Al contrario que aquella generación de tipos americanos golpeados por los pánicos de 1893 y 1896 [tan parecidos a los que ahora vamos teniendo], que se volvieron locos en una carrera hacia los riachuelos yukones Bonanza, Eldorado y Hunker, en Béjar esta mañana todo eran sonrisas y coñas divertidas por el asunto [a esta hora, que yo sepa, no hay escasez de cedazos y bateas de lavado en las ferreterías]. En todo caso, y por si le pica el espíritu aventurero y febril al personal, decirles que a Béjar se llega ya por autovía, tanto si se viene desde Salamanca como desde Cáceres, por lo que quizás no sean precisas el par de mulas de rigor, ya que los aperos se pueden enviar por SEUR... como material, y pensando en que la cosa se ponga chunga por la afluencia, sería recomendable hacerse con un par de ‘winchesteres’, canana con su colección de proyectiles, batea clásica –vale también esa palangana con la que te lavas los bajos–, pala obrera, pañuelo de cuatro nudos y un imán. No olvidar unas manzanas y algo de chocolate –el tipo de choco no altera el producto– por eso de que se van a gastar energías y hay que reponer...
Y soñar en esa pepita gorda y brillante que te va a sacar de pobre.
Oro... manda huevos.
Luego pillé ‘El Adelanto’, avisado por Antoñito, y fui testigo de una errata magnífica [me encantan las erratas que mejoran el texto]. Aparecía en un artículo firmado por Marjés y referido a la creación de un nuevo partido político en Béjar... copio el texto original: “... En cuanto a los afiliados ... aseguró que de momento tan solo figuran los promotores de esta idea, que irá decreciendo a medida que se consolide la idea”... jajaja, a lo que se ve, al redactor le traiciona su sensación de que el partido no va a tener mucho futuro.
Y así, entre el oro esperando a su fiebre [¿no será oro blanco?] y la errata preelectoral magnífica, que medio se me pasó la congoja por los pobres japoneses, la penita por los revolucionarios libios y el cabreo por la subida de todos los productos que hay en el supermercado.
Béjar vuelve a ser la ciudad estrecha cusaquiana con toda la intensidad, con sus gentes de pena y sus cosas de risa, siempre acumulando tipos y causas para esa segunda parte del grotescario que ya se debiera poner a escribir Gabrielito antes de que se le acumule el material y le sobrepase.
Je.

Wednesday, March 16, 2011

Desde el último tacto rectal telúrico...



En este tiempo de alertas amarillas y naranjas [por frío, nieve, viento, lluvia...], en el que tomar más de tres huevos a la semana es pernicioso, en el que todos sabemos que hay un colesterol malo y hasta se canta como si nada el ‘me sube la bilirrubina’, de pronto, sin más, con Aloe Vera y todo, se caen todos los palos del sombrajo y se nos queda cara de ganso... un leve eructo telúrico, un deslizamiento chiquitín de placas tectónicas, una marea gruesa [algo que perfectamente puedes simular en una pecera sin ser Einstein] nos pone al día de cómo son las lágrimas y de que no hay poder humano capaz contra una brisa que cambia de dirección... eso es la inexorabilidad, el factor azaroso que no podremos controlar jamás... y ante él solo cabe quedarse quieto o caminar, según te pida el cuerpo, que te dará lo mismo tengas o no tengas, sepas o no sepas, hagas o no hagas. Lo asombroso de este último tacto rectal telúrico, por lo menos para mí, es la impresionante lección del pueblo japonés, su calma común, su saber aceptar el golpe sin aspavientos, sin gestos grandilocuentes, sin gritos innecesarios. Verlos es darse cuenta de que el conocimiento ayuda... en este caso el conocimiento es ‘hay lo que hay, y no otra cosa... y para qué gastar más energías de las necesarias’. Así pues, aceptación del daño, valoración del mismo con naturalidad y puesta en marcha de lo que haya para volver a funcionar con actitud tranquila... son las enseñanzas positivas que nos ofrece ese Oriente castigado a los triviales hombres tranquilos del ‘no pasa nada si a mí no me pasa nada... pero si me pasa...’.
Pero no aprenderemos, y mira que ahora lo tenemos a huevo... una crisis cabrona y larga, cierto ambiente de revolución [que perfectamente se puede trocar en involución], sensación de agotamiento de demasiados recursos, cierta impresión de que efectivamente estamos dañando a nuestro medio de forma irreversible [para el hombre], sistemas de espiritualidad humana puñeteramente enfrentados hasta la misma sangre entre sí mismos y contra los demás, diferencia como nunca en cualquier aspecto que pensemos, capitalismo feroz campando por sus fueros... y estos últimos desastres naturales para mostrarnos con vehemente claridad esa calidad de muñecos en manos de lo inexorable... no aprenderemos, lo sé, pero el momento es maravillosamente dulce para retomar ciertas premisas sociales y darles un buen lavado de valores con los que argumentar un mundo de otra forma, más justo, más equitativo, menos feroz en lo que toca a la relación entre los hombres [que para feroz se basta y se sobra el medio que nos tiene y nos sostiene a su antojo]... el momento es divino para empezar de cero hasta conseguir el ‘todos bien’ y no este ‘unos bien a costa de otros que las pasan bien putas’.
Y que no importe que mi suerte sea habitar en una zona sísmicamente estable, perteneciente al primer mundo de los fondos FEDER y los planes AVANZA, al de la sanidad gratis y el paro a quien haga falta... que no importe... eso, que no importe que haya que dejar algunas prebendas para que otros tengan algo digno que llevarse a la boca y un techo seguro bajo el que dormir.
Ayer conseguimos, entre unos cuantos locos, reunir el dinero suficiente para poder operar a la niña Summy Ross de su cadera, un dinero que aquí, en España, no le habría hecho falta a esa chiquitilla para resolver un problema [a sus cinco años escasos] que en nuestro país habría sido resuelto por lógica sanitaría en su primer año de vida y sin pasar factura alguna... y es que aún hay demasiados lugares en el mundo en los que no tienes derechos si no tienes dinero, ni los fundamentales... y sería magnífico, realmente magnífico, que alguien fuera capaz de hacer correr la voz de que es posible atacar las desgarcias del hambre, la sed, la enfermedad o la miseria con verdadera voluntad de igualarnos todos bajando el rasero de los que más tenemos y subiendo el de los que menos tienen.
Dejadme también que eche culpas [asumida la mía también, por supuesto], y no solo a los políticos, que últimamente son simples marionetas enredadas en las manos de la fiera del capital y, por ello, los receptores de todas las iras... las grandes religiones [el catolicismo, el islamismo, el judaísmo...] son tanto o más responsables que ellos de la situación en la que se encuentra el mundo [pero no por eso voy a proponer que se acabe con ellas, que eso me parece un error, pero sí que se fomente una revolución interna en los sistemas de uso y manejo de sus fieles, que estén con el necesitado para ayudarle y no para utilizarle y que sean precursoras y defensoras de los verdaderos valores humanos –ahora solo defienden sus valores de statu y su opción de poder–... y luego, por fin, echarle la culpa a cada uno de los hombres [entre los que me incluyo], uno a uno, avergonzándolos de los egoísmos pequeños que consiguen en su suma el mayor de los poderes represivos de la humanidad... explicarles que somos parte de un todo y que la más mínima distorsión personal terminará afectando a muchos de forma dramática. Ayer leía que con lo que gasta un norteamericano medio en comida al año comerían durante el mismo año 26 familias de cinco miembros del tercer mundo... y así nos va.

Sunday, March 13, 2011

De boda lomográfica...


Ayer

Me toca boda, que se casan Javilín y la almendrerilla, dos históricos oenegeros bejaranos a los que conocí de chiquitillos [a Javi le medio enseñé a jugar a basket, y lo hizo con verdadero provecho... convirtiéndose en el jugador que mejor sacaba partido a la salida al contrataque a partir de mi ‘palanca’, un lanzamiento curvo y largo que aprendí de Arvydas Sabonis y que me salía magnífico... y a Raquel me la trajo Juanito en una de sus locuras extraordinarias relacionadas con la cooperación internacional] y a los que he visto crecer, mezclarse y quererse durante una buena pila de años, y estoy realmente feliz de ver cómo el lazo que fue creciendo bien cerquita de mí se va cerrando con esa cosa maravillosa que se ve en los ojos de quienes aman... así que otra vez al rito bejarano de la boda [la última a la que asistí fue a la de You y Sandrita... que me ha dejado a una nieta putativa hermosa y sonriente, mi Aisha].
Las bodas bejaranas son todo un acontecimiento festivo con un grueso trazo económico que viene dejando a dos velas a los invitados, pero es la costumbre y parece que hay que seguirla, sobre todo si quienes se desposan son amigos de verdad y gente a la que quieres desde hace muchos años [todo a pesar de que no están los tiempos para dispendios]... se come, se ríe, se bebe y se baila hasta el agotamiento.
Y eso, que son las cuatro de la tarde ahora mismito y me voy de boda a un pueblito cercano con cierta intención estética, que me llevo mi cámara y quiero buscarle las cosquillas al asunto con cierto punto ‘Lomo’ [que el programita que me ha facilitado Hugo para jugar a las fotos de cuando chico me tiene flipao].

Hoy

Pasé el trago con verdadero gozo, pues estar entre mis amigos de siempre y recuperar a algunos a los que hacía un montón de años que no veía, es una verdadera gozada... eso sin contar la felicidad de Raquelilla y Javi y el gracejo constante de Mario inaugurándose como suegro [es un tipo al que cada día aprecio más por su naturalidad ante cualquier circunstancia].
Viaje hasta Navamorales acompañado de Juanito y la niña Alquitara, que iba de puntita en blanco para ocasión, y nada más entrar al pueblo vimos la algarabía bodera de los acontecimientos tradicionales en los pueblos de por aquí... un montón de gente agrupada en casa de la novia y la familia del novio caminando en procesión hasta ella... encuentro de los novios y recorrido simpatiquísimo –y lleno de anécdotas– hasta la entrada de la iglesia en la plaza del pueblo –el frío era grande y todos llevábamos caritas de invierno, pero colmadas todas de esa alegría lógica del momento–. Yo aproveché para ir tomando unas fotos con encuadres raros con la intención de lomografiarlas y para reírme un montón según me iba encontrando con los múltiples colegas que asistieron. Cuando llegaron los novios a la iglesia aproveché a escaparme un ratillo por el pueblo para buscar imágenes –los no miseros somos así... y hay bastantes, je, que el pueblo se llenó de paseantes y el bar se puso a tope–. Realicé unas tomas chulas y luego me acerqué hasta el bar del pueblo, donde me pusieron un café de puchero delicioso –hacía años que no pillaba un café tan rico– y vi cómo mi Aisha merendaba su potito como una fiera –come mi chica como una búfala, que así la llama mi You cuando la ve comer–... y corriendo a ver la salidita de los novios... tracas, fuegos artificiales, arroz, papelitos de colores y abrazos por doquier... y de allí hasta Béjar para comer y beber a lo grande, para reírnos juntos en la mesa de amigos y pasarlo estupendamente, que Mario se portó ofreciendo un banquete lleno de sorpresas y de manjares deliciosos... y que me retiré pronto porque me conozco y estas salidas de mi normalidad me tienen luego un par de semanas destrozado.
Fue un día realmente magnífico.
Felicidades a Raquel y Javi... y mis mejores deseos para su futuro.

EXPERIMENTO 'LOMO'