Sunday, October 30, 2011

Patrimonio


Llegamos a los lugares nuevos con ojos miopes de turista... y nos vamos de ellos con las cuatro postales de lo establecido por ley civil y sacra como ‘patrimonio’, pero nos equivocamos siempre, ya que el valor real de los pueblos no está solo en sus construcciones gloriosas y en la grandilocuencia de sus victorias metiditas con tapón en sucedáneos del ‘todo fue bueno y glorioso’. 
El verdadero patrimonio de un pueblo está en sus ancianos, en sus casas, en los mínimos detalles cotidianos que se escapan al ojo no avezado... y es ese ‘patrimonio’ el que debiera defenderse a dentelladas día a día por quienes dirigen los pueblos.
¿Probaste alguna vez a sacar a tu hijo a pasear la ciudad con algún fin estético?... yo qué sé, pasear viendo portales, balcones, llamadores, cerraduras, herrerías... pasear mirando con detalle la cara de la gente e imaginar sus pequeñas historias –esas que han conformado el rostro de cada uno.
Cuando algún visitante me pregunta qué hay que ver de interés en Béjar, siempre les recomiendo ir a ver las puertas del barrio viejo, sus cerraduras, las galerías y los balcones... y me miran raro... me hablan de que alguien les ha dicho que no se pierdan la cámara oscura, el museo Mateo Hernández, el Bosque... y yo les digo que eso son naderías comparadas con los viejos portones judíos o incluso con los indefinibles tipos de la Plaza Mayor... luego, como norma, acaban mirando con carita de carneritos degollaos las imágenes primarias y davincis de la cámara oscura y esperando a que abran el museo o su horario coincida con el de visitas a El Bosque.
Ellos se lo pierden.



































Sexta salida al otoño bejarano... la ciudad


Hoy salí con otra mirada porque la luz también era otra, como el ánimo. Paseé por los márgenes del río Cuerpo de Hombre y verlo todo sucio no me animó a cliqueo fotográfico... recordaba mis últimos paseos por la Ruta de las Fábricas, hace unos meses, y el estado de abandono desde aquellos días hasta hoy es francamente patente... basura, maleza, árboles caídos sobre el camino... es bien triste tener este potencial hermosísimo y que ni los ciudadanos lo cuiden, ni los políticos se preocupen de adecentarlo.
Con la tristeza en la mirada solo se me ocurrió volver a la ciudad vieja y a sus señales antiguas... a esas claves que son definitorias del estado de las cosas y del hacer del tiempo.
El hombre no se merece el paisaje que habita.














Saturday, October 29, 2011

Cuarta salida al otoño bejarano


Vuelvo a salir a otoño bejarano, pero esta vez con otros ojos y con un filtro mental distinto, pues salgo a intentar remansarme, a buscarle toda la paz posible para ponerla en contraste con este tiempo agrio y pertinaz... busco profundidad, agotando los ojos en la doble exposición, y enfoque en algunas imágenes que son como individuos de otoño en este océano inmenso de colores y sombras.
El paseo parte de Candelario y me lleva hasta su dehesa entre castaños mágicos y robles de película... luego hasta el pantano de Béjar y hasta el balcón de la cortante que enseña el valle en Hervás. Durante todo el paseo, solo un par de ciclistas y tres coches rompen el silencio lleno de rumores... y entiendo nítidamente que estoy bien, sin un puto euro para pillar el tabaco que me apetece, pero absolutamente identificado con este espacio único al que me siento atado, feliz de que me contenga y me haga fuerte o me deje debilitado hasta la melancolía.
Vivir aquí es un lujo que apenas sé describir, un lujo que no tiene nada que ver con otros hombres ni con sus cosas, un lujo conformado de silencio, soledad, mirada y pensamiento.
Ahora estoy cansado, pero me siento fuerte.