Es fácil dejarse estar sin querer ser consciente de lo que sucede, aislarse en una vida anodina y tirar adelante con los mimbres precisos que te aíslen de todo, mirar esa lujuria de oro de los príncipes de la Iglesia, cómo gastan y cómo hablan de dar mientras retienen, de conservar [que es de lo único que saben dar ejemplo, de conservar lo suyo]...
Hoy, en mi singanas, le escuché a Ángel decir durante la comida: ‘cómo me gustaría estar ahí’, refiriéndose a los actos reconcelebrados del Papa en La Sagrada Familia... el mutis fue larguete, pues en casa ya nadie cree más que en esas verdades absolutas de ‘hay hambre’ o ‘no hay dinero’. Yo me dije a mí mismo: ‘pues no sé por qué no estás allí agarrándote a ese Cielo tuyo que tanto deseas, coño, que hay que echar el cuarto a espadas y el tiempo se va agotando’... y el Papa dominándolo todo, injiriéndose con sus discursos medievales en la vida social y política de un país democrático, fomentando un gasto enorme en tiempo de sequía y en un país con un paro absolutamente alarmante, comiendo con gula junto a sus 150 gulandos de la curia hispana crema catalana y mona de Pascua, siguiendo afianzado en el mando del único país no democrático de Europa, vistiendo como en los Corpus del diecisiete, afinando su voz medio castrati para echarnos la mierda de su lucha contra el laicismo y protección nascituriense mientras sigue pillando sus euros concordato [6.000 millones de euritos le hemos ingresado los españoles al negociete de estos tipos vestidos de dama antigua y con collarones de oro rizado] y siguen callando y tapando sus oscuras perversiones. Colegas, un estado, El Vaticano, no democrático, que influye como le sale de los faldones en la política interior de un país soberano como España y que maneja con absoluto desorden toda Latinoamérica [por eso le interesamos tanto al Papa, coño, porque somos su puerta hacia lo latino, no por nuestro laicismo ni por nuestros matrimonios homosexuales, ni por el aborto... lo que interesan son las pelas de unos países que de natura son émulos en el tiempo de lo español, aunque con 20 ó 30 años de retraso... y el tipo, aunque tenga la voz atiplada, no es tonto y sabe lo que se le viene encima a su negocio de resurrecciones y vidas eternas.
Me gustaría que el personal empezase a pedirle cuentas a la Iglesia Católica, cuentas económicas y cuentas morales, que alguien explique por qué la Banca Vaticana está entre las diez entidades económicas más utilizadas en el blanqueo de dinero [http://www.voltairenet.org/article120092.html] + http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/29-1846-2005-04-24.html ]... su reserva de oro es la segunda mayor del mundo después de los EEUU, con un montante valorado en 3.500 millones de euros... El Vaticano es el mayor consorcio económico religioso del mundo, participando en empresas químicas, textiles, alimenticias, constructoras, electrónicas, del acero, del cemento, siendo propietario en su totalidad o en parte de multitud de bancos europeos, así como siendo el propietario de FIAT o Alitalia... El Vaticano es el mayor terrateniente de Occidente con más de ocho mil millones de metros cuadrados en Alemania, más de 500.000 hectáreas de superficie agrícola en Italia, el 20 % de la superficie cultivable de España, Portugal o Argentina; unas 100.000 hectáreas en Inglaterra y más de un millón de hectáreas agrícolas en EEUU... El Vaticano es el mayor propietario mundial de inmuebles, ya que un tercio de los inmuebles de la ciudad de Roma le pertenecen, a lo que habrá que sumar iglesias, palacios, sedes y todo tipo de locales y viviendas repartidos por todas las ciudades del mundo... y luego sus cahés, que es algo de lo más curioso: una bendición firmada por el Papa, 5000 euros [la auténtica, pues las hay editadas por parroquias y fotógrafos de eventos con costes entre 80 euros + limosna] ; una audiencia privada con vídeo, 50.000 euros; un título de Doctor Honoris Causa, 50.000 euros; condecoración de la Gran Cruz de la Orden de San Gregorio, 120.000 euros; un título de Barón, 300.000 euros; un proceso de santificación, entre 100.000 y 250.000 euros... toda una cruzada de la bondad que se traduce en bienes incontables que apenas son gastados en ayuda a los necesitados, pues se estima que menos de un uno por ciento del capital de la Iglesia Católica se deriva a verdaderos servicios humanitarios.
Lo peor de todo esto es la gente, los cristianos de base que creen a pies juntillas y fían su fe a un ejemplo de las curias que no existe, cristianos que semanalmente se quitan dinero de sus pobres economías para ponerlos en los cepillos como acto de caridad para ayudar a su prójimo... todo me parece realmente perverso, desde la verdadera cara del Camarlengo hasta los ojos cegados de nuestros políticos [lo de la pobre gente creyente solo me parece triste, tristísimo... verlos nadar en el engaño constante y en el sonrojo por la vergüenza diaria que propician quienes administran su fe, que es mucha].
En fin, que esto va a seguir siendo como viene siendo desde hace siglos y no lo va a arreglar ni la madre que lo parió, porque hay demasiados intereses de por medio... y mucho poder acumulado... demasiado poder acumulado.
Y ahora que Ratz me hable del laicismo y de la crisis de fe... y que lo haga paralelamente al mercado de futuros en Latinoamérica... lo mismo así le entiendo más y mejor.
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