Oía ayer en ‘La Sexta’ a Alfonso Rojo, un mamut cavernícola mediático que siempre farda de sus aventuras como periodista de guerra y de sus premios, que la gente ha salido a la calle a manifestar su enfado porque ‘es divertido’, que están las manifestaciones a tope de gente ‘porque es fin de semana y a los estudiantes les encanta el ruido’, que quienes se manifiestan son ‘unos papanatas’ y no dicen más que ‘chorradas’, que esto no es más que ‘un prurito de adolescentes consentidos’... y me iba cabreando como una mona en la medida en que este tipo vomitaba su mierda por la boca... y luego pensaba: “es que la democracia también es esto, dejar que los profascistas resentidos tengan voz”... y me preguntaba: “¿también es esto?”.
Pues bien, a tipos tan ‘premiados’ y ‘corridos en guerras’, como este ejemplar, quiero dejarles bien claro, desde mi postura personal, que tengo 53 años, soy pequeño empresario en Béjar (una ciudad azotada por todos los males actuales y por bastantes más que se arrastran desde hace cincuenta años) manteniendo a duras penas siete puestos de trabajo, tengo casa, coche y tres hijos divinos; he sido hace muchos años representante público menor, tengo ideología política (aunque no soy militante activo de partido alguno), dirijo una pequeña organización de cooperación internacional sin trazo político ni confesional y con actividad en Perú, Senegal y Gambia; escribo como terapia de vida y de autoafirmación y quiero sentirme un hombre de mi tiempo interpretando con acción mi idea de Humanismo... y no me parece nada ‘divertido’ tener que salir a la calle a mostrar mi indignación (yo he salido a hacerlo solo en mi ciudad porque me lo pidió el cuerpo por mí, por los míos y por todos los demás ciudadanos que están tan indignados como yo... y hasta por tipos como ellos)... y tampoco salí en fin de semana (durante los que acostumbro a rematar trabajos de mi empresa y a escribir lo que me apetece escribir), y además me molesta mucho el ruido... que a mi edad puedo tener miles de pruritos, pero dudo que alguno de ellos sea de adolescentes (ya quisiera yo), que no me considero un papanatas por hacer lo que hago, por manifestarme con verdadera reflexión previa y con cientos de razones que darían para corto y para largo (en todo caso, si yo soy un papanatas por salir a expresar mi malestar con el decurso social, político y económico... a quien me lo llame puedo contestarle con tranquilidad que mi papanatismo es fruto, fundamentalmente, de quienes apoyan al capital con sus opiniones interesadísimas y sus hechos diarios para arrimarse al poder y obtener de él magros beneficios).
Quede por tanto clarísimo que un manifestante (yo), por lo menos, no responde ni a uno de esos desatinados comentarios (y pondría la mano en el fuego por el resto).
El que no sepa medir lo que está sucediendo y lo que se está fraguando va a tener que pagarlo en el tiempo, y me refiero tanto a personas como a medios, partidos y plataformas sociales, políticas y económicas. El paso que acaba de iniciarse no tiene final pasado mañana, sino que se mantendrá hasta que la necesaria regeneración del sistema y sus actores tome color... estoy absolutamente convencido de que va a ser así... y también profundamente emocionado por ello.
Señor Alfonso Rojo... a la mierda.
No comments:
Post a Comment