Es un perro triste la muerte percibida desde el que se queda, un perro triste y delgado que pasa por el rastro de las bombas y no vuelves a verle, como las despedidas.
Anoche me pusieron una multa a las 22:00 horas porque dejé aparcado mi coche unos minutos en un aparcamiento legal e ilegalizado temporalmente por un supuesto edicto de alcaldía para facilitar el paso de una jodida procesión que tenía que discurrir a las 24:00 horas (aprox.) por esa zona, y juro que donde aparqué no había edicto alguno que yo pudiera ver (y no debía haberlo, pues toda la plaza estaba llena de coches aparcados... y multados, por supuesto). Eran las 22:22 horas cuando fui a retirar mi coche para volver a mi casa (lo dejé allí unos 45 minutos) y me encontré de cara con los policías que me habían sancionado... les pedí explicaciones mirando sus pistolones y sus esposas relucientes (la nueva camada de municipales va armada hasta los dientes, coño) y me dijeron que me habían estado buscando para que retirase el coche y no me habían encontrado, a mí, que me conoce todo el mundo en la zona y sabe que estoy en mi imprenta siempre y bien localizado, en la que no pude dejar el coche, como hago siempre, porque otro vehículo, al que no habían multado, estaba aparcado en la entrada de mi cochera (parece ser que pagar el impuesto de entrada de carruajes es menos sancionable que aparcar en zona de paso de procesión dos horas antes del evento sacro y puñetero). Si no tengo conocimiento al aparcar en una zona permitida de que ha sido ilegalizada por edicto durante unas horas (es zona azul marcada en el piso), si no hay restos de ese edicto en las paredes cercanas a mi aparcamiento... ¿soy responsable de la infracción?... le dije a los guripas que pasaba del tema y me llevé el coche de allí con la multa puesta, pero pienso hacer un escrito de protesta para entregarlo mañana mismo en las dependencias municipales... y, sí, sé que esto es una anécdota sin mayor valor, pero me choca tanto este enfrentamiento de derechos y deberes ciudadanos en los que una actividad religiosa realizada en un estado autodenominado ‘laico’, con un gobierno municipal socialista y también pretendidamente laicista en su ideología política, es capaz de anular derechos ciudadanos adquiridos por pago de impuestos y multar por ello aún dos horas antes del evento religioso y con el sentimiento personal de no estar informado del cambio temporal de valor de la zona de aparcamiento que utilizo a diario. Yo no denuncio el sonido de tambores en horas de descanso durante cuatro días seguidos, que seguro que van contra la normativa sobre el ruido por la que se denuncia y multa a tantos y tantos ciudadanos, no me quejo de que los nazarenos asusten a Sarita y vuelva a casa con los ojos muy abiertos y diciendo la palabra “miedo” a todo el que le pregunta, no me opongo a que las tradiciones de sesgo económico y turístico se desarrollen año tras año, ni siquiera hago comentarios a que las autoridades de idelogía laica procesionen al final de esas movidas religiosas (y podría hacerlos, porque me representan), pero sí pido que respeten mis derechos ciudadanos y me informen con claridad y solo me multen si realmente tienen indicios claros de mi falta al orden... que yo aún no he protestado por el constante, molestísimo y diario martilleo de las campanas de la iglesia de El Salvador, que respeto cualquier opción espiritual y religiosa (cosa que no hacen la mayoría de los pequeños gobernantes ni muchos de los militantes espirituales) y no me siento en el medio de la calle al paso de una procesión para protestar por todo lo que conlleva el mezclar lo público y lo social con lo sesgadamente religioso. Yo dejo tranquilamente que el personal religioso (los de verdad y los de mentira) exprese sus sentimientos en público, pero pido que también se respeten mis derechos civiles como ciudadano censado y al día en el pago de impuestos (que son muchos y caritos). Ayer yo no molesté a nadie, pero me molestaron a mí, y la procesión pasó sin mayores problemas para el goce y disfrute de algunos... y aseguro, porque lo vi, que en la zona había coches aparcados en doble fila, coches montados en las aceras, coches aparcados delante de cocheras... y ninguno llevaba puesta su sanción correspondiente... y allí estaban los mismos policías que me multaron a mí dos horas antes por estar aparcado en un lugar correcto... no entiendo nada, coño.
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