Thursday, March 22, 2007

Dios es el dado, no quien lo lanza.

Lanza tu dado y escoge el punto de vista. Nunca verás los mismos números a pesar de que el hecho de su caída es único. Uno de sus números quedará oculto, pues es el que se posa sobre la superficie de apoyo, y ese número lo puedes deducir por justa lógica… o lo puedes imaginar a tu antojo, como quieras, como te venga en gana… Así son los sucesos de la vida, únicos, como el dado lanzado una vez al aire; y así son las percepciones, las valoraciones, que hacemos los hombres, diversas, como los distintos puntos de vista que tomamos para mirar el dado; y así pueden ser el arte, la ciencia o las religiones, como la cara del dado que le sirve de apoyo, la cara oculta.
De esa cara oculta de los sucesos vitales nacen, como he apuntado, el arte, la ciencia y la religión, aunque siempre, por lógica, podamos llegar con exactitud a decir lo que en cada suceso se esconde. Sólo la ciencia contendrá verdad con valor neto, mientras que el arte actuará como una sublimación de la imaginación y la religión como una deformación inducida del misterio.
Y la verdad es, al final, tan sencilla como darle la vuelta al dado y mirar su cara escondida, tan sencillo y simple como eso.
(15:32 horas) Vuelvo a estar tumbado, con el mono de la escritura, pensando en la plaza de Tian’anmen [la “Puerta de la paz celeste”] y en dónde andará aquel chinito con su bolsa y sus dos cojones perfectamente puestos delante de un tanque, pensando en el espíritu de Mao como en el jopo escultural y cercano que se me presentó esta mañana como una visión ante los ojos. Vuelvo a estar como tirado y mirando el mundo desde abajo, y vuelvo a sentirme carne [de mi carne] y huesos entumecidos… Yo necesitaba hoy una mirada virgen [pero lasciva], un charquito donde pisar con ganas, un cigarrito bien cargado de esperanza, una alucinación, un cuerpo y trece tordos buscando dónde posarse.
No sé para qué tengo nueve tarjetas de crédito y esta mirada lánguida, para qué este cuerpo atocinado que fue y no pudo o no supo, para qué esta sensación de tipo madura que está aún por deshacerse, para qué la velocidad de los demás, para qué la jodida eternidad. ¡A la mierda!
(21:22 horas) Hace un par de horas que llegué de trabajar en El Barco de Ávila, exactamente en el hotel Real de Barco. Allí estaba el colega Paco Montero y me acompañó amablemente en una visita guiada por la última fase de obra [se inaugurará el próximo sábado]. Mi impresión es magnífica, tanto del nivel de la obra como del exquisito servicio con el que va a dotar a la zona. Me agradó, sobre todo, ver a muchos bejaranos currando allí con distintas empresas de los más diversos sectores [yo sé que a algunos les molesta, pero está dando curro en condiciones muy dignas a mucha gente que lo necesita] y, a mi humilde forma de ver, haciendo un trabajo de calidad.
Visto el calado de la obra, me afirmo de nuevo en la impresionante capacidad empresarial de mi amigo Paco y en su excelente forma de hacer las cosas.
Jo.
(22:43 horas) Sí, sí, sí… yo necesitaba hoy un amor pequeño, un mohín, una duda en los ojos, una sonrisa breve…
De Tontopoemas ©...


* "Te crees viejo ahora" de Joaquín Carbonell.

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