Monday, June 11, 2007

Joan Margarit evoca a José Agustín Goytisolo.


El mundo es un pañuelo, y no siempre para enjugar las lágrimas ni las verdes mucosas que producen los tipos que nos producen alergia.
Me ha llegado desde Cambrils, de la mano del inefable Ramón García Mateos, el libro de actas del III Congreso Internacional “Cambrils ‘05”, que estuvo dedicado a José Agustín Goytisolo de forma monográfica.
Me pongo a echarle un vistazo a sus páginas, y felizmente me encuentro a Joan Margarit haciendo una hermosa lectura [subjetiva, claro, cómo no iba a ser así] sobre la obra de José Agustín.
Califica Joan a Goytisolo como el mejor poeta de los cincuenta [yo estoy de acuerdo, aunque le voy a sumar a Ángel González, y eso que no hay nadie mejor ni peor, sino –y quizás– todo lo contrario], asegurando que los mejores poemas de J.A. van a durar más que los mejores poemas del resto de sus compañeros de generación [También puede ser posible, igual que los de Ángel González].

De los apuntes de esta lectura, anoto algunas frases de valor que me apetece dejar:
• “Dejémonos de creaciones, de creatividad. El poema ya está en algún sitio y hay que encontrarlo” [¡Bien, coño, bien!].
• “Ser poema y no ser poeta”.
• “José Agustín es un poeta de libros, no creo que sea un poeta de poemas”.

• “Durará más él –Goytisolo– que los críticos”. [Anota Joan, hablando de los críticos, un párrafo del prólogo de “El rey mendigo”, el siguiente comentario de J.A.. “En la formación de un público para un determinado escritor merece párrafo aparte el papel de la crítica literaria, sobre todo en un país como éste en el que se llama crítico a mucho gacetillero o reseñador, a cualquier plumífero mal pertrechado, a cualquier petimetre, precipitado consumidor de textos teóricos a la moda, o a cualquier aspirante a poeta o novelista que ha tirado ya la toalla o que está por hacerlo, y que se cobija, a la sombra de otros que considera más afortunados, declarándose o ejerciendo de maestro o de manager.”

* Gracias por el generoso envío, amigo Ramón.

(22:18 horas) Mientras leo “Cosecha de ángeles”, de Ana Blandiana, noto que em lanza un mensaje mi paquete de tabaco [lo he notado porque es un paquete de Winston, y yo suelo fumar Chester]. Me dice: “Fumar puede matar” … y vuelvo como si nada a la lectura de Blandiana… “Echo de menos las cosas / que soy incapaz de imaginar…”. ¡Coño! Y follar también puede matar, y comer, y beber, y tocar la cítara… Es impresionante… y viajar puede matar… y hacerse viejo.
¿Por qué no pone en mi paquete de tabaco que fumar me dará placer, que me ayudará a escribir, a pensar a disfrutar de mi soledad tranquila? Si yo sé que voy hacia la muerte, ¿para qué coño se empeñan en recordármelo?… La verdad absoluta es que vivir puede matar, es más, vivir mata.
Pillo otro cigarro y lo enciendo.

Ana Blandiana me susurra ahora… “No tengo que apresurarme, / tengo que dejar que el tiempo pase, / cada segundo que cae / erosiona un poco / el sufrimiento. / (…) / En un milenio, en dos, / la roca será arena, / el hierro de los eslabones, polvo, / mis huesos, moléculas de calcio / disueltas en el agua. / El sufrimiento, nada.”… “Suferinta nimic.”.
Y vuelvo a mi paquete de tabaco, que ahora muestra su envés: “Fumar provoca cáncer”. ¡Coño!, ¿no habíamos quedado en que fumar puede matar? ¡Joder!, ahora, además, provoca cáncer.
De Tontopoemas ©...

No comments:

Post a Comment