Yo andaba cansadito y no di demasiado de mí [sobre todo, sabiendo que hoy es la boda y tocará otro empujón al asunto].
Dejo algunas imágenes del evento.
Tengo como sensación de Topo Gigio, con caída de ojitos incluida, cuando pienso que esta misma tarde se me casa You… recuerdo ahora aquel noviembre de hace 4 años en el que Juanito y yo paseábamos con You por la calle Colón, a la altura del caño soso… acabábamos de dejar a Malick hecho unos zorros en el hospital y You, que aún no hablaba ni entendía el castellano, me decía en francés que no sabía qué hacer ni hacia dónde ir… su argumento consistía en que todos sus compañeros de viaje –36 subsaharianos– traían la dirección o el teléfono de algún conocido o de algún familiar y más o menos tenían previsto un destino, pero él no tenía nada de nada… entonces fue cuando Juan y yo nos miramos y decidimos que se quedaba, sin más, sin pararnos a pensar pros ni contras. You se puso en nuestras manos de inmediato –él, la verdad, tenía poco que pensar–, así que le pillamos pensión y comenzó el lío.
En principio, utilizamos a You para comunicarnos con Malick, que tuvo que sufrir un ingreso hospitalario de cuatro meses… Malick hablaba en Olof con You, que me traducía en francés sus palabras para que yo interpretase y tomase decisiones con Juanito…
Después de aquellos días primeros, que fueron como una vorágine, asentamos a You en un piso y comenzamos la labor de integrarle en nuestro entorno… él hizo amigos rápidamente y comenzó a parluchear castellano con soltura… y pasaron los días hasta que Malick consiguió su alta médica y comenzaron un itinerario que fue sorprendentemente paralelo –todo a pesar de que los caracteres de ambos eran/son radicalmente distintos–…
Juan y yo nos atrevimos a manejar sus vidas como no lo habríamos hecho con un cercano… ordenamos sus horas, les obligamos a estudiar, les pusimos al día de cómo funcionaba una mente occidental, peleamos contra esa educación integrista que traían de la madre África [la figura de la mujer, los alimentos, el comportamiento en situaciones sociales diversas] y nos pusimos a buscarles papeles [circunstancia que resultaba legalmente ‘imposible’ según las diversas instituciones] removiendo Roma con Santiago, llegando a hacerlos colegas del gran Jesús Málaga y consiguiendo que les llegase el afecto del que fuera Ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y de toda su familia.
Mientras buscábamos una salida, nos saltamos todas las leyes a la torera y corrimos el riesgo de buscarles trabajos diversos que compartían con su voluntariado [obligatorio… je, je] en nuestra ONG… hicieron de músicos en diversos saraos, de pintores, de Reyes Magos, de cuidadores de lavabos, de vendedores, de albañiles, de pinches de cocina… los paseamos por centros escolares y otro tipo de instituciones para que contasen su experiencia… y fueron detenidos ambos [a Malick ya le habían sacado el billete de vuelta cuando lo rescatamos de las manos de la Policía Nacional]…
Un día la cosa dio un giro extraordinario, pues a Malick le dieron los papeles por circunstancias de su salud y Juan le consiguió un contrato en la pimentonera de Aldeanueva del Camino, mientras que You fue contratado como traductor por la Junta de Extremadura [circunstancia que le llevó a conseguir también sus papeles].
Ya con papeles, You trabajó de recepcionista en un hotel bejarano y, en nuestros días, después de perder sus trabajos por culpa de la crisis, trabajan como esporádicos empleados municipales…
En todo estos años juntos, hubo tiempo para el desánimo total, para las lágrimas y hasta para las deserciones… mis chicos supieron lo que era la soledad, pero siempre estuvieron muy bien acompañados por una piña de amigos grandes que les hacían volver a la lucha… pero también hubo un tiempo hermoso para compartir mil sensaciones juntos, para ilusionarnos con proyectos nuevos y para cambiar de chip y darle giros de 180 grados a todo.
Hoy se casa You y su proceso de integración queda cerrado perfectamente… pero todo continúa, pues se nos ocurrió un día que haríamos unas escuelitas en sus pueblos de origen para evitar, siempre en la medida de nuestras posibilidades, que los futuros hombres de Gambia y Senegal no tuvieran que pasar por situaciones límite como las vividas por mis chicos… y en ello estamos, que el lunes se les hace entrega a los familiares de las primeras cantidades para iniciar las obras en sus respectivos países.
¡Qué guay!
Cuatro años de convivencia y lucha aún no completados, y hemos conseguido que nuestros chicos estén integrados y trabajando con papeles legales en España… y que lo que parecía una locura en origen [hacer las escuelitas en sus poblaciones], sea una hermosa realidad que cuenta con cesiones de terrenos amplios y en lugares muy indicados, acuerdos firmados con las autoridades locales y comienzo de obras en breve, gracias a las entregas económicas que efectuaremos a principio de semana.
En los convenios [y en las conversaciones mantenidas durante estos días] hemos firmado que los trabajos se realizarán contratando en un tanto por ciento importante a personas de cada zona que cumplan alguno de los requisitos que se indican: necesidad perentoria de trabajo, pertenecer a grupos segregados o con graves problemas [mujeres solteras o viudas con hijos, minusválidos…], con lo que conseguiremos que la construcción suponga también una ayuda para las personas más desfavorecidas de cada comunidad.
La verdad es que, visto con distancia, es para no creerlo… pero lo hemos hecho todo con empeño y ganas, llenos de ilusión e ilusionando a todos aquellos que se han dejado ilusionar.
Hoy es un día importante y muy emotivo para nosotros, pues resume una forma de hacer en los márgenes institucionales que arroja resultados muy interesantes.
Estoy Topo Gigio… ya digo.
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