Sunday, October 4, 2009

Recuerdo Stromboli.





Del colegio me quedó aquello de Stromboli como el paradigma de la aventura y de la vida disfrutada…
Es curioso cómo se van transformando en mí los recuerdos infantiles y juveniles, hasta el punto de conformar una especie de paraíso pasado y nebuloso al que me gustaría volver con los ojos de hoy… de aquellos días luminosos y felices quizás no quede más que una sensación falsa de lo que fue, pero es una sensación que me pone entre gatinino y cocolín… las natillas de la abuela Antonia con galleta maría y Chantillí [y su puntito de canela] puestas sobre la mesa camilla a enfriar en tazones diversos y distintos, los faldones de cura en clase de latín [volando por el aula mientras la odiosa regla de madera marcaba el soniquete de la primera declinación del singular… “a-a-am-ae-ae-a-ae”], las cantinelas de la formulación química cantadas en grupo bajo la batuta de don nomeacuerdo… “hipo-oso-oso-ico y perico”, el ejemplo finisecular de ancabalgamiento dicho de carrerilla para que no cayese el capón que se cernía sobre tu cocotera…”cuadrupedanteputremsonituquatitungulacampum”, los recreos de ‘hinque’ o de canicas, las tardes escondidos en El Torreón hablando del futuro [“¿tendremos coche, Javi, cuando seamos mayores?... yo sí, seguro que sí, me gusta el Gordini de color rojo… lo mismo vuelan y van por debajo del agua, Javi, y tienen cine dentro… y máquina de helaos de cucurucho, no te digo, tas tonto, Feli; los coches serán coches como el Gordini rojo, macho… jo, a mí me gustaría que volaran, Javi, que les salieran dos alas apretando un botón y a Salamanca en dos minutos; jo, macho, yo quiero un coche de esos, te lo juro… ¿tas tonto o qué?, que no van a volar los coches, macho, que no van a volar, se chocarían con los aviones, macho, y, a ver, ¿cómo iban a poner las señales en el cielo?, ¿con globitos?, tas tonto, no te digo… jo, pero y ¿si fuera verdad y alguien los inventara para cuando fuéramos mayores, Javi?, tendríamos que viajar con paracaídas… de verdad, macho, cuando te pones tonto, te pones tonto; yo voy a tener un Gordini rojo y a lo mejor una Vespa de marchas…”], el amor a lo francés [a base de escuchar en el tocadiscos de don Jesús a Léo Ferré –aún recuerdo las audiciones de “Les vieux copains”–, a Fred Gouin, a René Debuxeuil, a Maurice Chevalier, a Jean Sablon, a Charles Trenet –me acuerdo perfectamente de su canción “France dimanche”–, a Edith Piaf, a Mouloudji, a Patachou, a Aznavour, a Yves Montand, a Georges Brassens…], las noches con Gerardo en el portal de casa [“las chicas se saltan pasos, Pipe, se saltan pasos”], el patinete rojo de madera, mi padre agotadito dándome un beso por las noches mientras creía que yo estaba dormido, mi madre mirándose en el espejo para ver cómo crecía su tripita [que entonces contenía a mi hermana bonita], los juegos en la calle [a guardias y ladrones, a la taba, a los minicares, a los indios, al dardo de agujita, a pídola, al dao, al escondite…], las tardes de toreo en la Puerta de Ávila con mi montera puesta toreando a Joaquinito, los días de Fru-frú y Citrania, mi primer paraguas automático [fardaba que no veas], las charlas en el club [“yo voy a tener más de diez hijos, Vicen, porque así luego me tienen rico pa siempre… pos yo voy a tener solo perros, pastores alemanes y pointers de caza, como Angelito… yo, mira, cuando tenga cinco hijos, ya esos pueden pagar lo de los otros cinco hijos y así yo a pasármelo bien… pos yo perros, que no se necesitan chicas, que no hay quien las aguante, macho… lo malo será que tendré que comprarme una casa grande, Vi, pero una casa que ya verás, hará la comida sola y se limpiará con robots, tú dices Mirinda y te sale un vaso de Mirinda, macho… tendrás que decir de naranja o de limón, ¿no?... claro, Vicen, Mirinda de naranja y te sale un vaso de Mirinda de naranja… pos yo voy a tener una casa igual, pero con perros, como el Angelito… a mí los perros me dan miedo, macho, fíjate el Jano, que casi me muerde el otro día… bah, tú eres un cagón, macho, son peor las chicas… sí, pero con diez hijos y esa casa de robots, las chicas ya no son problema, entiendes, ellas van a sus cosas de coser y eso y te dejan tranquilo, y dices un helao de fresa, y te sale un helao de fresa, macho… ¿con chocolate?... claro, macho, con chocolate… ya, yo me quedo con la casa y con los perros, como Angelito”]… y la moto de Tito Varillas… vaya moto.

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SIGUEN LOS ANÓNIMOS... Y EL QUE VERÉIS AHORA ES LA HOSTIA

Es el colmo de la superchería y la mala baba… veréis, a media mañana recibo una llamada de Lola González Canalejo para preguntarme si voy a estar en mi estudio, pues ha recibido una carta a mi nombre en el apartado del Centro de Estudios Bejaranos y, amablemente, me la quería entregar. Me indica Lola que tiene la cabecera de la Real Academia Española. Le digo que estaré en mi estudio toda la mañana y que se pase cuando mejor le venga… Lola llega a eso de la una, me saluda con afecto y me entrega la carta. Yo la abro en su presencia y leo para mí sin entender nada, se la paso para que coteje mi perplejidad y me sonríe con satisfacción… qué bien, Luis Felipe, ¿no?... y yo le digo que sí, que no entiendo nada, pero que sí, que muy bien. La carta contiene un texto escrito con la aparente corrección [solo aparente] de un comunicado de la RAE en el que se me indica que he sido propuesto para el sillón g minúscula. Lola me pide una fotocopia –se la hago–, me felicita muy contenta y se va. Entonces yo leo la carta con tranquilidad y enseguida me doy cuenta de que es una agresión más a sumar a todas las que he recibido durante las pasadas semanas a raíz de la historia de Voces del Extremo, una agresión grotesca que procede de algún imbécil que pretende humillarme. La analizo con detalle y encuentro cierto parecido a la pseudoliteratura farragosa de un tipo al que conozco, pero como no tengo pruebas tangibles, no puedo escribir su nombre, aunque sí haré cuenta de los datos que extraigo de esta superchería escrita para hacerme daño y que cada uno saque sus conclusiones:
• El sobre figura matasellado en Madrid con fecha 02-10-2009 y está impreso con impresora de chorro de tinta, lo que indica que si quien la envió es un bejarano, ese día estaba en Madrid o se la había dado a alguien que viajase allí para que la echase al correo. El tipo en el que pienso tiene casa en Madrid y vive allí largas temporadas... y es bejarano y muy cercano a la derecha local.
• La carta fue enviada a mi nombre, pero a la dirección del Centro de Estudios Bejaranos [que no figura ni en su web y solo la conocemos los cercanos a esa institución bejarana], lo que indica que es una persona que conoce esa dirección y puede estar cercano al CEB o, incluso, pertenecer a él, ¿por qué no? ¿Se va centrando el asunto?
• Quien escribió la carta conoce el mecanismo de comunicaciones que utilizan instituciones como la RAE [todas las academias utilizan unos textos similares que apenas son del conocimiento de la gente de a pie] y también el proceso que se sigue para escoger a un nuevo miembro. No me extrañaría que quien escribió esta mierda tenga o haya tenido algún vínculo con el mundo de las academias de la lengua. Ahí queda el dato.
• Y quien la haya enviado, debe haberse sentido atacado por mí de alguna forma, quizás porque yo haya organizado en Béjar un encuentro de escritores… no sé… a lo mejor puede ser un escritor no invitado a ese encuentro o alguien al que le ha sentado mal que yo organice algo que quizás hubiera debido organizar él. En fin.
El caso es que, quien la ha enviado, se ha atrevido a poner nombres y apellidos de importantes miembros de la RAE, involucrándolos en un asunto feo por donde se mire, así como –y esto me parece lo peor– ha decidido firmar el escrito de forma manuscrita con el nombre de Víctor García de la Concha [y lo ha hecho con pluma… el tipo que me imagino usa pluma casi siempre], lo que convierte a esta agresión en un delito de falsificación documental.
Si, por casualidad, el panoli que ha escrito y enviado esta notificación gozara de algún privilegio o alguna gloria mundana [ya sabéis, esos nombramientos que hacen las diversas instituciones, cosas como ciudadano del día o primo favorito del alcalde], estaría muy bien que lo guardase bajo llave para que no se lo quiten un día de estos.
Ya basta, ¿no?, de querer hacerme daño… aunque presumo que quien me otorga tan alto falso honor quizás esté pensando que un día le pueda hacer sombra –si es que ya no se la hago– y mis medallas [siempre tontas y sin valor] dejen por el suelo a las suyas [también sin valor alguno].
En todo caso, creo que le haré llegar este documento a Víctor García de la Concha para que lo valore.







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