Wednesday, March 10, 2010

Mis noches con Guille...


Va dedicada esta entrada a mi compañerín.

Hace unas noches que Guille y yo hemos cambiado el juego de pisarnos las sombras –siempre a la hora nocturna de tirar la basura al contenedor– por otro mucho más divertido que consiste en que uno intente mantener la zancada paralela a la del otro, y el otro pelee para que no sea así... algunos días hasta nos pasamos del contenedor sin darnos cuenta y tiramos cuesta arriba por la Plaza de José Lidón haciendo juegos de piernas que le doblen al otro el paso y se rompa el ciclo de paralelismo en las pisadas... yo me aprovecho de mi zancada más larga y a veces doblo la medida de la de Guille... y él se parte el culo de risa, porque nos tropezamos y salimos trastabillados como dos borrachines. Algunas noches coincidimos con vecinos que se quedan atónitos mirando nuestro juego, porque reímos a carcajadas, damos voces y nos zarandeamos... a mí me gusta ir narrando el juego con una especie de voz en off muy parecida a la que ponen en ese programa de la tele... ‘Muchachada nui’: “¡celeeeebritisssss... ahí va qué chorraaaazo!” o “¡muuuundo viejuuuunoooo!”... eso a Guille le encanta y le desata, hasta el punto de que yo aprovecho que mis comentarios le disminuyen de pura risa para ganarle el paso.
La historia comienza en el ascensor de bajada... “los fornidos basurópatas toman el ascensorino con los pies dispuestos y entrenados para acometer esta finalísima... Guille calza zapatillas exclusivas de Hommer Simpson, diseñadas para la ocasión en un oscuro y secreto taller subterráneo de la China comunista y con la más alta tecnología del cosido a máquina ‘Singer’ vieja, una de esas de pedal grandón... nada que ver con los usados zapatos ‘Camper’ del padrón, que están al borde mierdero de lo permitido por la organización... Guille respira hondo y se nota la tensión en las patillas de sus gafinas negras... se juega demasiado... el ascensor baja renqueando porque Guille pesa más de lo permitido para su categoría –circunstancias que no han tenido en cuenta los jueces–... se masca la tragedia, pues no se sabe si el ascensor podrá aguantar ese sobrepeso y la vecina del tercero ruge de pasión al paso de la máquina con los contendientes... el padrón es un perro viejo y sabe cómo poner nervioso a su joven oponente... le hace cosquillinas y le da codazos en las riñonetas, amaga golpes a la pirindolilla... ¡es absolutamente ilegal lo que hace el parrón, pero el árbitro está ciegoooo!... esto puede acabar incluso antes de que empiece la competición...
¡Llegan los campeones a pie de pista!... el ascensor descansa... la vecina se asoma a la ventana y sigue con sus rugidos mientras sacude el mantel de la cena... Guille se siente arropado por su público, ya que a esa vecina no le cae nada bien el parrón por ciertos asuntos de aparcamientos que no vienen al caso.... ¡¡¡comienza el partidoooooooooooo!!!...
Guille toma la bolsa de basura y da el primer paso, un paso largo y potente... el parrón ataca con sus ‘Camper’ viejas, pero no puede romper el ritmo de su oponente, los pasos van paralelos y eso beneficia a Guille, que ha tenido una salida magnífica... ¡¡¡ohhhhh!!!... el parrón agarra a Guille de una forma muy fea por la capucha de su abriguino, esto es absolutamente ilegal, pero el árbitro no dice nada, la vecina insulta al árbitro y le tira la cazuela de las albóndigas... el parrón es un asesino, está atacando de forma incorrecta al muchachino y ahora encuentra el cambio de paso para tomar la delantera... parece que Guille se descojona de risa a pesar de las continuas faltas a las que le somete su contrincante... ¡este muchacho es geniaaaaaal, siempre sonríe ante la adversidad!... el parrón lo collejea a cámara lenta y Guille ni se inmuta y vuelve a ganarle el paso... es increíble este competidor, qué técnica, qué potencia, qué conocimiento del medio... el parrón le roba la bolsa de basura a su oponenete en un descuido y aprovecha para ponerle la triple zancadilla con tirabuzón [una técnica ilegal que siempre usa]... el chico cae al suelo... pero se rehace y vuelve a tomar el paso... ¡van a llegar ya al contenedor y Guille va con una ligera ventaja y el paso a su favor... el parrón se desespera... es la mejor final de la historia... quedan dos centímetros hasta el contenedor... y Guille abre el contenedor para que el parrón deposite la bolsa absolutamente vencido... ha sido magnífica la contienda...”... y salgo corriendo detrás de mi chico, persiguiéndole, para darle un abrazo y hacerle cosquillinas... y bajamos la cuesta de Gabriel y Galán agarradetes del hombro, como dos colegas, recordando los avatares de la contienda reciente. La subida en el ascensor la hacemos entre jadeos... y, luego, a dormir.










No comments:

Post a Comment