Tuesday, July 8, 2008

Otra mierda pinchá en otro palo.

La mañana fue monotemática gracias a que me encargaron la realización de un reportaje fotográfico en una nueva y deslumbrante factoría jamonera de la zona… viaje a Baños de Montemayor con la furgona, puesta de largo con bata blanca [me acordé de mis prácticas de Citología e Histología con la Beato en mis días de universidad], gorrito guardarrulos con estética de ducha años cuarenta, salvazapatos automático [era una pasada ponérselos y quitárselos en la jodida máquina… lo mismo me compro una cuando tenga guita para que me ponga los calcetines sin agacharme]… y a oler jamones de bodega etiqueta negra, y a pasar un par dehoras en las salas frías de los secaderos y los salazones, y a montar un sarao a modo de centro de mesa con todo el embutido de la casa sobre ramas recién cortadas de algún árbol cercano [quedó la cosa como de verdad, oye]… y luego la prueba del modelo para asertar su hermosa calidad… mmmmm… qué rico estaba todo, coño.
Y al llegar a Béjar [todo después de haber salido congelado y haber arrancado a sudar como un cosaco en diez minutos, después de haber visto un enorme lagarto verde con cresta tomando el sol tan pancho y después de equivocarme en la rotonda que envía a Béjar por la autovía], que aparco en la plaza la furgona y, al salir, me doy de bruces con un equipo de la tele sin identificación visible [un cámara y una locutora]. Andaban filmando la fachada del ayuntamiento y volvían a entrevistar al desinhibido, que hoy andaba más bolinga y salvaje que otros días. Les llamé hijoputas desde lejos, y también hienas… van a por la carnaza siempre en su pretendido ‘afán periodístico’ y, además, a hacer todo el daño posible. Juro que en el justo momento en que yo pasé por la plaza había unas cuarenta personas en el lugar, de las cuales, más de treinta tenían uso de razón para responder a sus preguntas… pero no, ellos tenían que sacar al peor espécimen, al mamao perpetuo, al que monta bronca de la mañana a la noche en todos los bares del pueblo y en la misma calle… y luego eso sale en los telediarios con la marca ‘Béjar’. Gracias, tíos, nos estáis haciendo un pan como unas hostias [dos salidas de tono en los telediarios con un presuntamente agredido por la cosa botellona y con un intento de linchamiento… y todo bien magreado con entrevistas al peor bicho de la zona]. Más gracias, cabrones.
Y si a eso le sumo que han intentado implicar a mi buen You en un asunto feo a base de falsos testimonios y cierto calaíto rascista del testimoniero, pues que me cago en dios con todas las letras. Que para reivindicar y para acusar hay que ser antes sincero y hasta intentar ser buena persona [gracias a que mi negro tenía testigos de que el sábado estuvo en su trabajo desde las nueve de la noche hasta las cinco de la madrugada, que si no se lo funden y lo empaquetan para Senegal con cuatro pólizas y cincuenta euros]… y luego el viejito fascista despotricando en público y a voces de los inmigrantes [él, que come de restaurante a diario y debe ganar el doble de pensión que yo de sueldo… y llama ‘sueco’ con desprecio a mi You… será imbécil].
Estoy cabreao con medio mundo hoy, coño, y lo mismo hasta se me escapa un mojicón.
Cuánto tendrían que aprender el testimoniero y el viejito de mi You. Él les da cienmil vueltas en educación, comportamiento, trabajo, dignidad y humanismo.
¡A la mierda!

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