25 de abril de 2009
Hace un par de días, mientras preparábamos en una reunioncilla el mercadillo solidario para el día 5 de junio [a la reunión asistieron Mayca, Concha Bueno y Manolo Casadiego], Concha me enredó –ella es enreda para todo– con que tenía que pintar un mandil para venderlo ese día [y la periquita enreda bien, como debe ser, pues traía mandiles de colores para escoger, frasquitos con pinturas de múltiples colores y pinceles finitos]. El caso es que me enganché y, sin más, sin haber pintado nunca sobre tela, sin conocer la técnica ni los truquillos, sin tener una idea de dibujo en la cabeza, me puse a manchar como un cosaco, a cabrearme porque no era capaz de que los pinceles corriesen, a investigar sobre el mismo trabajo cómo funcionaba la pintura en disolución y sin ella... y todo fue un desastre constante en el que pastichaba tachando sobre lo ya hecho. El resultado es un ‘mandril’ que me ha llevado más tiempo que a Marco encontrar a su madre, un cabreo personal de no te menees y una sensación de tiempo perdido que me lleva a la risa floja cuando miro de cerca mi trabajito chapucero.
Y es que uno tiene días y días, ganas y ganas, resultados y resultados.
Os lo enseño con vergüenza para que veáis de qué es capaz este pez cuando lo sacan de la bañera.
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ELOGIO DE LORENA
Tengo a Lorena decaída en su esquinita peruana del mundo, porque todo se le viene encima y tiene que sacar adelante a sus dos hermosos hijos y todo se tuerce con los días aciagos que atraviesa este orbe de mierda... cuando la conocí, tenía un trabajo más o menos aceptable con el que podían sobrevivir todos en su casa, mientras los chicos estudiaban [Mili en la universidad y Víctor en un colegio de pago]. Yo andaba buscando personas fiables para realizar un proyecto solidario en Latinoamérica y enseguida vi en ella la persona adecuada [el tiempo se encargó de demostrarme que tenía razón]. En cuanto le planteé en serio mi proyecto, Lorena se ilusionó muchísimo y se puso a trabajar de inmediato junto a su hija, convenciendo poco a poco a su círculo de amigos y conocidos para que colaborasen en el trabajo.
De sus primeras pesquisas intentando localizar una posibilidad de proyecto realizable, me envió dos posibilidades que tenían buena pinta, y en la descripción de cada una de ellas había un sector de población necesitada que podría beneficiarse de nuestro trabajo. Uno de los proyectos estaría localizado en el centro de Trujillo y consistiría en un centro de acogida para niños de madres trabajadoras en estado de pobreza residentes en la ciudad [para este proyecto localizó un hermoso terreno del que me envió imágenes y sobre el que obtuvo amplia información de propiedad y coste por metro cuadrado... y era asequible para nuestros presupuestos]... el otro proyecto que localizó se encontraba en el pueblito de Moche, a las afueras de Trujillo, en la zona denominada Alto Moche. Allí reside una comunidad de personas en condiciones de pobreza extrema y con una serie de problemas en los que podríamos poner algo de solución con nuestro trabajo.
Lorena me planteó entonces que para ella era mucho más fácil atender al proyecto primero, el ubicado en la ciudad, pues eso implicaría realizar todas las gestiones sin tener que desplazarse en autobús o en taxi [no tiene automóvil], y yo le indiqué que escogiera en función de sus posibilidades reales, ya que desde aquí poco podríamos ayudarle en su trabajo y con sus gastos. Ella lo valoró todo y me comunicó en una larga carta que se decidía por el proyecto de Alto Moche, pues entendía que allí lo necesitaban con más urgencia.
Una vez que decidimos escoger la localización de Alto Moche, Lorena se centró en obtener información de campo viajando constantemente a la zona [hay que explicar que en la comunidad de actuación hay un altísimo índice de delincuencia y se cometen constantes delitos y violaciones de mujeres, lo que puede dar algo de idea del peligro al que se somete Lorena con su trabajo]. De sus múltiples viajes a la zona, Lorena estableció un vínculo con la población, especialmente con las mujeres y los niños, de los que obtuvo un nivel de confianza importante. Con el tiempo, organizó diversas actividades en la comunidad... partiditos de fútbol, jornadas de información a mujeres, apoyo en el reparto de leche a los bebés y una hermosa fiesta de Navidad en la que ella y su grupo de amigos afines al proyecto compartieron una comida con la comunidad de Alto Moche y regalaron juguetes y ropa a todos los niños, completando una fiesta hermosísima de la que dimos noticia en su día en el blog SBQ. De sus continuas gestiones –siempre brillantes–, obtuvimos la cesión de un terreno perfecto para nuestro proyecto, fruto de sus arduas negociaciones con la Junta Distrital de Moche [2.250 metros cuadrados de terreno llano y perfecto para construir], el compromiso de donación de colchones y sanitarios por parte de empresas peruanas para dotar a nuestro centro de acogida, la creación de SBQ PERÚ, con todo el papeleo y los quebraderos de cabeza que conlleva tal gestión en ese país [no podéis imaginarlo... es un auténtico galimatías], para que actúen en nuestro proyecto como contraparte y, así, tener asegurada la proyección en el tiempo de nuestro trabajo...
Como veis, un trabajo encomiable el de Lorena, un trabajo en el que ha puesto mucho tiempo personal y unos recursos propios que ha ido restándolos de su presupuesto familiar.
Bien, pues hace unos meses, durante unas lluvias torrenciales en Trujillo, perdió parte del tejado de su casita, una construcción antigua de Adobe y madera en el centro antiguo de la ciudad, perdió a su madre después de una larga enfermedad y perdió su trabajo, teniéndose que dedicar a la venta a domicilio de ropa, de forma esporádica, o a trabajos de camarera en fines de semana para obtener fondos con los que mantener a sus hijos y pagar sus estudios. Su situación en esas circunstancias duró unos cuatro meses [meses en los que apenas pudo trabajar para SBQ, pues tenía que salir adelante como fuese], después de los cuales consiguió de nuevo un trabajo en los juzgados [en el que está ahora] con un sueldo más bajo que en su anterior ocupación en el mismo lugar y sin saber hasta cuándo durará.
Con el nuevo trabajo, Lorena vuelve a activarse en su labor SBQ y hace unos días me comunicó que está en condiciones de comenzar una campaña de salud dental en Alto Moche, pues ha conseguido la colaboración desinteresada de un conocido odontólogo de Trujillo que se compromete a pasar revisión gratuita a todos los niños de Alto Moche, a la vez que a informarles de todos los aspectos de salud dental que deben tener en cuenta [quizás debiéramos plantearnos apoyar esta iniciativa con la adquisición de material dental... cepillos, dentífrico... no sé, ya veremos].
El caso es que voy conociendo poco a poco los altibajos de Lorena, su vida, sus problemas, sus fuerza para salir adelante y su hermosa energía para gestionar algo hacia los demás cuando con su situación tendría de sobra, y es por ello que creo que es el momento de reconocerle todo su trabajo y su esfuerzo, de agradecerle su sacrificio constante y ese arañar cada mes un poquito de sus ingresos para trabajar con ímpetu por los demás sin pedir nada a cambio.
Sé que ahora está en horas bajas, que tiene días malos... pero también sé, porque ya la conozco un poquito, que sabrá salir adelante porque tiene la fuerza necesaria para ello, tiene el ímpetu, las ganas y una hermosa sonrisa que jamás debe borrarse de su cara... y también nos tiene a nosotros para lo que se tercie [aunque sería más correcto decir que nosotros la tenemos a ella, pues sin su trabajo no tendríamos tan adelantado, en tan pocos meses, el proyecto de Alto Moche].
Vayan desde estas líneas mi más profunda admiración, mi agradecimiento y todo mi apoyo a Lorena. Sin personas como tú, el mundo no tendría esperanza, amiga.
Un abrazo fuerte y solidario... y mis mejores deseos para ti.
Lo conseguiremos y lo celebraremos juntos viendo correr por el “Centro de Acogida Lorena Pajares” a los pequeños de Alto Moche... ya verás.
*Si has seguido nuestros proyectos y conoces por el blog SBQ el trabajo de Lorena, te agradezco que le dejes en los comentarios de esta entrada un mensaje de esperanza y apoyo. Muchas gracias.
Os dejo algunas de las múltiples fotos de nuestro archivo de SBQ en las que aparece desarrollando su trabajo solidario en Alto Moche.
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