Monday, July 19, 2010

Salir llorado de casa...


Leo hoy en prensa que la Agencia Estatal de la Administración Tributaria informa que, en 2010, los beneficios de las grandes empresas radicadas en España [las financieras entre ellas] arrojan unos beneficios del 18,5 %, mientras que las rentas del trabajo han disminuido un 8%... ¿cómo hostias se come esto?... que quienes propiciaron la crisis y exigen medidas duras para salir de ella estén acumulando un alto índice de beneficios, supondría que no existe tal crisis... ¿a qué responde, entonces, esa disminución de rentas de los trabajadores si las empresas que los emplean tienen altos beneficios?, ¿qué está sucediendo, coño?... ¿no será que al neoliberalismo le están saliendo sus planes al dedillo para defender sus especulativos intereses de clase?
Que alguien me explique, porfa.
•••
Intento romper mi silencio poético, pero cuando el mundo se me pone como una rustidera que me abrasa el tiempo, aseguro que es dificilísimo buscarle palabras a un poema... y todo se me va en ideas que terminan siendo fantásticos descartes, poemas de nada...
Como soy de tradición experiencial por más que me pese, eso de que el poema es la experiencia del poema, pues que hago un repaso mental a los impulsos preliterarios de estos días... a ver... ¿escribo de esos pechos constantes que, estivales, se asoman a los escotes buscando unos ojos suicidas?... no sería un poema, sería una erección... ¿escribo de esa afasia incontenida que nos hace –a mí también– pasar de todo, como si el mundo no tuviera que ver con la vida a pesar de que ambos van cosidos?... tampoco sería un poema, que más bien sería un grito insostenible... pero sigo buscando...
Hace un par de días me escribió el amigo Paquito Ortega para ofrecerme la edición de un libro SGAE [que ha quitado del mercado su editora y mantiene aún el compromiso de edición con quienes ya había hablado] y me escribió, como quien apenas dice nada, que “yo salgo llorado todos los días de mi casa”... y ahí quizás sí que haya una pequeña veta en la que buscar...
Salir llorado, pero solo como los cíclopes antiguos, y guardar un ojo para las lágrimas pendientes, para los días de tigres heridos o para las tardes rumiantes en las que ser maldito o nada...
•••
[Con medida de haiku]... me puse a haikutizar cuando me acordé de la revista ‘La Webera’ [hace un par de semanas me pidieron un haiku para ser publicado en ella]... bueno, a pseudohaikutizar, pues este palo oriental no tiene parangón ni forma de hacerse en otro idioma que no sea el japonés, por mucho que se empeñen los eurohaikuteros, ya que debe formarse con ‘moras’ [17], que son unidades lingüísticas de menos rango que la sílaba que conocemos [ahí lo tenemos chungo]... sí que podemos jugar con su medida silábica si cambiamos las moras por sílabas [5-7-5]... pero no debiéramos utilizar ningún tipo de rima [yo las utilizo... pues a un palo ya desestructurado por el idioma se le pueden hacer las picias que a uno le vengan en gana... y me gustan más los resultados si busco rimas]... deben tener una palabra clave o ‘kigo’, que indica la estación del año y una cesura, ‘kire’, que configure el haiku en dos imágenes nítidas y separadas [ya puestos a faltar, pues que también me como todo esto cuando me viene en gana]... ¿el resultado?... pues un pastiche que tiene más que ver con lo flamenco que con lo japonés... y me salen de corrido... es estupendo...

Aves de paso,
mis manos en tu vientre
se vuelven fado.
•••
Cada segundo
que paso sin tu aliento
se acaba el mundo.
•••
Salgo llorado
si el día se me niega.
Soy Paco Ortega.
•••
Cada principio
tiene su final cierto:
siempre es un muerto.
•••
Mírame y siente
cómo estos ojos tigres
se vuelven dientes.
•••
Cada mañana
presiento que tu cuerpo
busca mis ganas.
•••
Y uno que escribí hace ya unos cuantos años:

Cuánta tristeza...
saber que en otros brazos
te desperezas.

© lf comendador 2010

No comments:

Post a Comment