Friday, March 14, 2008

Evocación de Ezra Pound.


Sabes que los que no tienen imaginación son tiranos, pero los toleras y sonríes ante sus absurdas palabras. Sabes que hay casadas repugnantes a las que sus maridos no soportan, aunque perseveran en estar ahí, y no haces nada. Sabes que todos, absolutamente todos, somos esclavos de las convenciones perpetradas por otros, y parece que te gusta. Sabes que se puede pagar con desprecio, pero aún guardas esa jodida moneda en tu bolsillo. Sabes que su cuerpo está tendido en el valle, junto a los lírios, y no aprovechas el incendio de su cuerpo. Sabes que el que pinta para vender hace exactamente dinero de su espíritu, pero tú abres la boca como una cebra y te deshaces en elogios. Sabes que no hay límites posibles, pero cada minuto marcas tus fronteras orinando en cada esquina de tu casa, en la calle, en el bar. Sabes que parasitar mata el talento, pero lames el pezón sin desprenderte de él. Sabes que las sábanas no conocen la humedad desde hace años, pero manchas tus manos hasta quedarte desnatado. Sabes que el Paraíso es el viento que habla, pero te refugias en los soportales cuando sopla. Sabes que debes pedir perdón por todo lo que has hecho, pero te ufanas aún. Sabes que debes tener piedad de los que tienen más que tú, pero aún solo atinas a sentir envidia de ellos. Sabes que los ricos tienen mayordomos en vez de amigos, pero sigues sirviéndolos mientras doblas el espinazo por dinero. Sabes que la insatisfacción busca soledad, pero te sigues mezclando con la gente. Conoces a los que debes despreciar, pero aún guardas silencio. Tienes anotadas cada una de las opresiones, pero comes tranquilamente todos los días un plato de carne bien hecha. Ves cómo tres generaciones se reúnen cada día en tu mesa y eres incapaz de mostrarles el asco de la podredumbre que contienes… que contienen. Perteneces a una de esas clases con las manos muertas, y lo sabes, y lo sufres, pero aprietas el lazo para que nada se rompa. Sabes de los cambios de estaciones y ya ni siquiera eres capza de cambiar tu vestuario y sacar las sandalias que muestran tus pies desnudos. Sabes que el pueblo de Chokan aún se juega con las ciruelas azules, pero rompiste los zancos y ya no sabes lanzar el trompo o poner una moneda para que la aplaste el tren que dejó de pasar hace años… y has sido tomado por el espíritu del vigía, y ya ni siquiera sabes fruncir el ceño porque no recuerdas dónde quedó el río de los remolinos y te ha crecido musgo en las axilas y el orín ha oxidado tus músculos… Ya creció la vegetación en las trochas que llevan a Cho-fu-sa y resulta imposible acceder a los vados del río Kiang.
¿Cómo empezar de nuevo?
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Acuso recibo de "Discursos sin norma. Colección de revistas experimentales", del coleguita Antonio Gómez, editado por la Universidad de Castilla-La Mancha. [Gracias]
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Me avisa Isabelita que mire el blog de José Mayoral y me encuentro con este regalo preciosísimo, un poema del magro y finado surrealista Benjamin Péret [este tipo sabía de mí aún antes de que yo viera la luz]:

CUANDO ENVEJECE EL DIABLO
SE HACE ERMITAÑO

Luis Felipe es alto para su edad
Dale algunos céntimos
su sombrero será muy pequeño
Dale dos corbatas
mentirá todos los días
Dale otra pipa
su madre llorará
Dale un par de guantes
perderá sus zapatos
Dale café
tendrá bombillas
Dale un corsé
llevará un collar
Dale unos tirantes
cuidará ratones
Dale una pala
subirá en avión
Dale sopa
hará una estatua
Dale unos cordones
comerá grosella

El señor Luis Felipe
que vive de píldoras y de carpetas
se come a su madre
y pierde el tiempo caminando

* http://diogenesbitacora.blogspot.com/

Gracias miles, amigo, y te prometo una completa lírica que llevará por título "Los idus de Mayo". Abrazos a manotás.

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