La Sierra de Francia sobre la niebla espesa esta mañana. |
Soy con urgencia para todo lo inconsecuente, pero también soy por urgencia para una pregunta grande y hermosa que aún está por descubrir.
Y mientras tanto... ¿a quién sirvo?, ¿a quién le sirvo?, ¿para qué sirvo?... y todo es un tropel. Veamos el asunto en un tramo de expresión chorro:
Salir del sueño que no es sueño porque yo no sueño coño no sueño y le tengo miedo a los que sueñan a los capaces de soñar y me da rabia porque yo no sueño o no recuerdo mis sueños que es como no haber soñado jamás eso que salgo del sueño y me desperezo y empieza el deprisa deprisa pero siempre con los dolorcillos cabrones del arranque estoy oxidado por las mañanas desde hace varios años y me estiro como un gato que me lo dijo un día Norio y no lo he olvidado me estiro me estiro y los dolorcillos se extienden en la tensión y van desapareciendo en la distensión y voy a intentar resumirme en el baño me quito el pijama y me miro desnudo pero apenas sé verme porque aún los ojos no están dispuestos para mirar ni los ojos ni el cerebro y orino como una fuente sentado siempre sentado y me introduzco en la ducha primero el agua sale fría su puta madre y poco a poco va tomando el calor preciso y me dejo y me dejo y me dejo porque el agua consigue que me deje y me parece maravillosamente eterno el ratito del agua deslizándose por mi piel y el gel primero el cabello luego las axilas la espalda el pecho el vientre el sexo las piernas los pies la espuma se desliza por mi cuerpo y es rico pero no hay tiempo no hay tiempo salgo de la ducha y me seco por el mismo orden del enjabonamiento cabello axilas espalda pecho vientre sexo piernas pies y me pongo el albornoz el espejo está empañado y apenas me veo como un bulto pero ya me voy sintiendo todo es más nítido desde adentro y me peino hacia atrás siempre hacia atrás y luego me miro el sexo lo toco lo estrangulo está bien está perfecto y me visto con un orden concreto calzoncillos camiseta calcetines camisa pantalones jersey y en zapatillas corro a preparar sin aire el desayuno y apenas lo pruebo y me lavo la boca mirándome al espejo vaya ojeras la hostia ya va secando el pelo vamos Guille que hay prisa me calzo y me emboto en el abrigo negro y bajo siempre seis pisos de escaleras fumando hasta el primero el portal hace frío tengo frío que no sé si es lo mismo me abotono y espero a que el ascensor llegue con Guille y al colegio el coche es puñetero pues no no presta calor hasta que me detengo para dejar a Guille y me cisco en sus muertos porque voy congelado habrá hoy aparcamiento lo hay aparco cierro me tapo las orejas del raso y camino hasta la imprenta abro enciendo mis máquinas salgo deprisa y cierro voy al banco sonrío hago un par de gestiones y por fin digo alguna frasecilla cabrona el día empieza empiezo me tomo un cafetín en PdT y allí pues que me crezco y empiezan los axones a hacer su axonamiento comienzo a hilar historias y opinar sin recelo en voz alta riendo vuelvo a la imprenta y ya está el personal arrancando me siento y miro mi correo lo leo lo valoro y empieza el tiempo muerto maquetar alzar libros plegar pegar hender o mirar los cuadrantes de cuentas del momento y tomar decisiones cabrearme y atender al teléfono lo odio odio el teléfono atender a clientes que si el margen no me parece correcto que si ese color mmm que si es caro y no pago no lo aguanto lo siento ya aguanto a poca gente pero sonrío intento dar buen trato mientras muero por dentro de ganas de matar pero aguanto y dejo pasar el tiempo al fin y al cabo todo esto tiene algo bueno pues se van olvidando los dolores pequeños, los cabreos grandones comprar el pan carajo se me había olvidado comprar el pan corriendo a por el puto pan y ya llega Guillermo el abrigo y al coche y a casa mierda el pan y volver a buscarlo y al coche y a casa subo en el ascensor pongo la lavadora hago las camas como adormecido recojo la mesa del desayuno pongo la mesa para la comida mientras el fuego a tope calienta lo del día comemos friego y rendido me tiendo en el sofá media hora en presueño se me pasa la hora corre Guille al colegio y otra vez a fumar bajando piso a piso y otra vez el coche y Guillermo y la imprenta y el resto repetido del antes manifiesto... y a las nueve a cenar y a la media a mi asiento de escribir y pensar que es el mejor momento y a las once un cigarro y a las doce al manteo de la cama rendido y a dormir nunca un sueño nunca un jodido sueño...
¿A quién le sirvo?, ¿para qué sirvo?, ¿qué soy?
Pero está la pregunta, la hermosa, ésa que presiento y que habrá de llegar en cualquier instante... ella va a resumirlo todo, estoy seguro.
Y ser urgencia no me importa demasiado, que es como ser modista o saltimbanqui, es algo provisional que no hace mella en la razón última si decides que no haga mella [aunque algunos días se flaquea, que no hay perfección en el hacer de nadie]... y para esa pregunta definitiva vuelvo a otro tramo chorro:
Las corvas no saben de las rodillas ni el pecho de la espalda ni siquiera la mano de su envés pero todo es supuesto en la unidad que conforman el algo y su contrario estar siempre es no estar en el resto de lugares entrados en descarte ser es dejar de ser aquello que quedó en otros caminos y no hay espanto alguno si hay elección no debe haberlo ni en el error buscado o azaroso la máscara del musgo arde en las rocas y los neveros llenos prometen hierba fresca sí claro todo se sustenta en lo prometido todo se contesta en lo prometido y el momento termina no siendo ni anécdota ni un resquicio siquiera desde el que seguir la pista comer dormir orinar con frecuencia ser en cada instante lo que se precise o no serlo no hay nada verdaderamente importante si te miras en lo inexorable no hay nada capaz de superar el ritmo que lleva al caos o al orden pero yo no sueño o no recuerdo mis sueños y a veces creo que eso es bueno que uno es mejor si solo es capaz de vivir con los ojos abiertos y sé que hay un final un final completo y concreto para cada ser y para cada objeto y no sé si es un final con final o con finalidad y eso es lo que me interesaría saber y quizás esté ahí la hermosa pregunta en el ser para algo o en el ser para nada hace frío y hoy la niebla repta por el valle como un caracol grande y viejo viene desde la Sierra de Francia y quiere comerse entera la ciudad que me habita y desde arriba no soy capaz de ver las casas ni a los hombres pero yo sé que están puede ser algo de eso que desaparecer consista simplemente en estar bajo una niebla espesa que no aguanta la mirada cenital pero sí la mirada interior voy a fumarme un cigarro afuera que aquí ya no dejan.
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