Thursday, February 28, 2008

Me mosquea la crisis.


Vamos a ver si me aclaro.
Resulta que ahora, según me cuenta un colega, de la noche a la mañana, los bancos solo dan créditos a la construcción si el cliente presenta documentación de propiedad de los solares a construir, proyecto aprobado y compradores en firme de las edificaciones… y con estos papeles financian sobre el 50-60 % del valor estimado de obra. Antes –hace cuatro días–, bastaba con tomarse un par de cañas con cualquier director de oficina y sin terrenos, sin proyecto y sin compradores, te daban hasta el 85% de ese mismo valor estimado de obra.
Parece ser que, ante esta situación, los promotores se ven incapacitados a continuar con sus promociones al no poder soportar los costes antes de las ventas.
Y yo no sé si esto es cierto o no lo es, no sé si lo que me han explicado lleva el tinte de una parte con sus pesas falsas y esas cosas, pero intento sacar consecuencias: la primera es que si lo que se me ha explicado es cierto, es la banca quien crea y fomenta la crisis… y si no es cierto, debe ser el sector de la construcción el que quiere forzar un cambio en el sistema… Sinceramente, las dos supuestas consecuencias me la refanfinflan, porque entre tahúres anda el juego.
Lo que sí me molesta es que esta situación tenga que ver con el retraimiento de consumo que vengo notando en mis propias carnes desde hace un par de meses, con esta sequía de curros que me pone la espada de Damocles sobre la cabeza sin comerlo ni beberlo.
Sí tengo claro que se está jugando a intentar derribar a alguien desde/en los colectivos de poder, y que en este juego son los más humildes los que sufren las consecuencias directas [gente al paro, tesorerías destrozadas en las pequeñas empresas con la consecuente morosidad, jodidos finales de mes…]. Tengo muy claro que todo esto viene de esas castas de botines y pizarros [pizarrines] que aún no han comprendido que son humanos y, como tales, perecederos… tan perecederos comos los sánchez o los garcías… y pongo mis esperanzas en que todo esto se pase justo con la respuesta del pueblo en las elecciones de marzo. Aquí hay un pulso cabrón y una situación forzada que no puede ocultarse a ningún ojo si se miran las cifras de paro de los tres últimos meses y se comparan con las de los tres anteriores.
Y aunque yo soy de mirada corta [nunca supe ver otra cosa que no alcanzasen mis ojos], percibo cierta estrategia del dinero para colocar en el tapete sus cartas marcadas. Así, el que sufre las consecuencias directas toma notita rápida y suma por encima de su floja ideología para cambiar el color de ‘la cosa’ y, así, volver al hermoso campo de adormideras [‘papaver somnifera’] en el que todo fluya porque los poderosos tienen exactamente lo que desean: campo libre.

No comments:

Post a Comment