Las cosas son como son, independientemente de que yo sea como sea. La verdad serena es que, a mi edad, ya se me han ido las ganas de estar en las peanas y, sobre todo, de viajar a los saraos literarios o de buscarme la vida con algunos editores o con ciertos popes literarios… tengo pereza y estoy cansado… y no quiero ser más de lo que soy de cara a quienes decidan mirarme, ni tengo ganas de discutir como lo hacía años atrás. Me limito a hacer –mal o bien– y a decir lo que me apetece decir –con razón o sin razón–. Estoy siempre para quien me quiera y nunca para quien no me quiera, y eso me basta.
En fin, que no busco reacción, entre otras cosas, porque no me interesa nada y me apetece menos. Sé que soy Luis Felipe Comendador Sánchez, un tipo con problemas reales absolutamente prosaicos que intenta pasar los días que le restan con cierta sensación de libertad individual y sin dejarse piel innecesaria en el camino. No he hecho mucho más en la vida que no sea intentar pasar el trago, que lo mismo ya es bastante.
Dicho esto, vuelvo a ese trago de pasar, a pesar de quienes se arrogan el absurdo privilegio de querer ser mi conciencia.
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Aún soportan las perchas en el armario viejo toda la ropa de invierno embutida en bolsonas para salvar un poco su estatura en el descanso… y yo estoy agotado de calor, con el cuerpo entre gatinino y ganso, esperando a que llueva para salir de este impás de sudores y desgana.
Hoy acaban las fiestas con el teatrito de la romería y una tarde de toros, con el personal muerto de sueño y empapado de todos los licores posibles que manan en las noches de verbena, con ese vértigo de lo que se nos viene encima después de tanto gozo presumido y tanto gasto absurdo… y es que las cosas no van bien y vamos a salir otra vez del sueño para meternos en la zorolada de la crisis y sus tintines, y volveremos a preguntarnos ese ganso “¿pero qué he hecho yo…?", sin saber hacia dónde tirar y cómo… volveremos a esperar a que algo suceda y a apretar el culillo con esa sensación “palporsi” de los malos momentos… en fin, que la realidad capitalista seguirá dándonos bien en los hocicos y seguiremos sin hacer nada de nada, mientras el gobierno toma decisiones tendentes a que las minorías parlamentarias les apoyen en los presupuestos [no tendentes a arreglar las cosas de verdad, claro, que el poder es el poder]… pero, la verdad verdadera es que me importa un pimiento la crisis y la gestión que hacen de ella los políticos marionetas, aunque dejo un resquicio para decir que Dios [que no existe] nos libre de los chicos de Rajoy, que prefiero lo malo conocido… y que decido tomarme un Limón&Nada con mi chiquitillo Guillermo para sofocar un poquito el calor… y tapita de rabas, claro, que a la una del mediodía ya hay gusa y apetece poner algo en boca… el bar está lleno a pesar de que en el monte andan paseando a la Virgen en andas para ver si le arregla las cosas a los suyos –algo nos caerá, le digo a Guille, si le arregla la vida a alguno de esos cristianos que nos deben… pues que viva la Virgen , hijo…¿no?–… y nos fuimos juntitos a conectarnos en Internet, él a sus juegones y yo a los míos.
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IMPORTANTE
"lf ediciones" ha donado la edición completa de "21 balas" [poesía última mexicana] para que los fondos obtenidos vayan a los proyectos solidarios de SBQ solidario. Cada ejemplar cuesta 13 euros y podéis conseguirlos enviándome un mail a felipe@lfediciones.com
Dado que esta edición se ha realizado en colaboración con AECID, los fondos irán destinados a nuestro proyecto en Perú, ámbito de la Agencia de Cooperación Internacional.
GRACIAS A TODOS.
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