Hoy comienzo mi camino hacia el no con una pequeña fiesta para mis amigos. Empezaré a concelebrar mis cincuenta años con cinco días de antelación, y no sé si beber hasta deshacerme, comer hasta estallar o fumarme hasta no sentir más que esas lucecitas volátiles y hermosas… y todo sin haber aprendido aún a reconocer mis propios límites, sin haber conocido un Dios que no sea yo mismo, sin haberle dado medida exacta a mi escepticismo, sin haber perdido del todo mi ingenuidad [aunque casi], sin haber madurado objetivamente, sin haber conseguido tomar una postura libertaria de vida, sin haber servido para algo concreto o abstracto, con cierta fatiga y con el cuerpo lleno de señales [benditas señales], con amor por lo menos… y también con deseo, con mucho deseo.
He sido apasionado siempre, y aún lo sigo siendo, y por ello me felicito y sonrío, porque he vivido con intensidad y pienso perseverar en seguir viviendo así, aunque ahora mi intensidad sea de palabras.
No comments:
Post a Comment