Wednesday, April 9, 2008

Hoy leí algunas cosillas de Mesanza y me hice preguntas.


Hoy leí en el blog de Julio Martínez Mesanza lo que sigue: “No sé si en la poesía es necesario que haya ideas. Sé que, en muchos casos, en los poetas de verso fácil no hay ninguna. Tampoco las hay en aquellos que no tienen el mínimo sentido de la forma, ni, a veces, el mínimo sentido de la prosa. Si todo viene de una vez, para qué pensar. El poeta, si en algo cree, es en eso, en que es poeta y, por tanto, cualquier cosa que haga se la legitima a sí mismo por esa condición de poeta que él mismo se concede.”, y me gustaría saber qué entiende Julio por ‘verso fácil’ y en qué se basa para colegir que en este tipo de poetas ‘no hay ideas’… por ejemplo, cuando yo escribí ‘¿De qué sirve el reloj / si en el brazo del hombre ya no hay pulso?’, ¿trabajé un verso fácil en el que no hay ideas?… o cuando expuse: “Oye, / ¿Borges no es una marca de ciruelas?”, ¿trabajé un verso/chiste fácil en el que no hay ideas?
No sé… voy a releer “Europa” [inacabada (?)] y a buscarle la idea y la dificultad a los mesanceros ‘Rusia’ o ‘Sancta María’ [“Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, / Majestad y Humildad, impera siempre. / Tiro como si fuera un trapo viejo / la razón inestable que ayer dijo / y dirá lo contrario de inmediato. / Olvido los tres siglos de cordura, / la mole de palabrería impresa, / e intento serte grato nuevamente.”]… ¿trabajó el colega un verso difícil en el que hay ideas?
Yo, cada día entiendo menos.


Oye, y no es querer entrar en polémica, pero me molesta mucho que se confunda la ‘facilidad’ con la ‘vaciedad’. Hay millones de poemas difíciles absoltamente vacíos y un montón de poemas fáciles pletóricos de ideas y llenos de emoción poética.
Yo me pregunto: ¿llegar con facilidad al lector desde un poema es malo?, ¿hacer poesía con facilidad es malo?, ¿escribir poesía clara y diáfana, sin esconder, sin referenciar entre velos, sin jugar al criptograma, sin extender un verso a la fuerza para llegar al metro… es malo?… ¿no es más cómodo ‘esconder’ y ‘complicar’ cuando no se sabe decir o no se atina a decir?
Un poeta no es poeta por decisión propia y casi nunca por decisión ajena [menos si tal decisión proviene de un crítico]. Solo el poema tiene la capacidad de hacer al poeta o deshacerlo al minuto siguiente, porque en él se muestra absolutamente desnudo y en él se ven nítidamente su vulnerabilidad y su grandeza.
No hay poesía mala, porque es imposible calificar al poema con esa postilla pustulada. Hay o no hay poesía, sea fácil o difícil, pertinente o impertinente, ruda o elegante, clara o metafísica…


•••
Voy a salir a comprar tabaco y me dice mi negro: ‘éjame, éjame, éjame…’. ‘Valeeee, te dejo’. Y le doy cinco euros para que cambie y lo saque de la máquina. Sube y baja con el tabaco en la mano y gritando entre sonrisas: ‘¡¡¡vamo, vamo, vamo…!!!’, y me echa el brazo por encima del hombro, y me abraza. ‘No te preocupe, Felipe, que vamo bié; vamo mu bié’. Es la hostia mi negro. Venido desde la puta miseria, y sin futuro aún, sonríe cada mañana como un campeón y viene a quitarme los malos rollos… me agarra de la mano si me ve triste o cabreado y me dice: ‘vamo a hablá, anda… ¡vamo, vamo, vamo…!’, y el jodío no me la suelta hasta que le sonrío y le digo: ‘suelta ya, que parecemos mariquitas’.
Quiero a mi negro, coño.

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