La verdad es que nunca supe acercarme a una definición de la poesía cuando debo anotarla fuera de los parámetros de la soledad y la individualidad [en ellos sí sé definirla]. El caso es que realizamos un encuentro poético y, a pesar de que me tocó pechar con la intendencia [lo que me hurtó de asistir a muchas lecturas y a una de las mesas redondas], tomé mis propias notas a base de buscar las impresiones de los amigos que pasaron por aquí y pillar otras a mi bola.
De mis notas, la verdad, no saco ni un solo dato para esa definición buscada, pues termino quedándome con los hombres y los nombres antes que con los indicios poéticos [eso cuando hay presencia física, como ahora la hubo]. Es por ello que quizás no sea una mala idea dejar algunas de las anotaciones veloces que durante estos días he hecho en mi cuaderno [son sic, ¿vale?].
1. La amistad es una pesada carga para darle valor verdadero a la poética de un colega… equivoca y engaña.
2. Conocer a un poeta suele ir en detrimento de su poesía.
3. No se da importancia en este tiempo a la formación como paso previo a la creación… incluso se la denosta en público o se hace mofa de ello. ¡Qué equivocados estamos!
4. No hay peor contertulio que el que cree que todo lo hace bien… sobre todo cuando el tipo también cree que escribe poesía.
5. Definitivamente prefiero diez músicos a un poeta.
6. Los ideales sirven si uno los lleva puestos hasta sus últimas consecuencias… si no es así, se convierten en el puro excremento de uno mismo.
7. Los poetas siguen siendo los mayores narcisos del Universo… pero para poder ser Narciso antes hay que merecerlo.
8. En todo el mundo, como mucho, suelen salir un par de poetas decentes por generación… no nos equivoquemos.
9. Una cosa es decir y otra muy distinta es ponerse manos a la obra para llevar a la práctica lo que se dice.
10. Prefiero diez músicos a un poeta.
11. Con los tiempos que corren, un músico es más poeta que un poeta.
12. El síndrome de nuestro tiempo es que no saber nada se ha puesto de moda.
13. Cuando un poema me gusta, intento reescribirlo para que sea mío.
14. Hacer gestión también puede ser algo poético.
15. Me gusta rodearme de amigos y mirarlos… aprendo más de mí.
16. Fabio resulta para mí el descubrimiento intelectual más importante de este encuentro.
17. Hay algunos tontos con gafas, pero no importa.
18. Antonio Crespo… gracias por tu seriedad poética e ideológica.
19. La poesía más blanda la hacen los tipos que quieren aparecer como los más duros.
20. Volar es para pájaros… ¿se entiende?
21. Nunca me gustó que intenten putearme desde una situación intelectual inferior… pero respondo. Entonces soy un cabronazo… no te jode.
22. En todo ganan las mujeres… salta a la vista… y al oído.
23. Hago las cosas que decido hacer, aunque a veces coincidan con las que queréis que haga.
24. Tengo un pensamiento de izquierdas y lucho para que se note en mis gestos y en mi vida… no en mi ropa.
25. Si algo sale bien es que hay alguien que lo ha hecho bien.
26. Nati… un amor eterno.
27. No me gusta que apabullen a Marisa… es tan linda.
28. Cuando algo termina, queda bastante menos poso de lo que creías en un principio.
29. Los buenos funcionarios consiguen que los políticos parezcan mejores.
30. Joana llama siempre a mi ternura… se lo agradezco mucho.
31. Yo quiero ser como Antonio Gómez.
32. Cada día respeto a menos gente.
33. Un poema también puede ser mierda… pero si está bien hecho.
34. Quien se llama a sí mismo ‘poeta’ en público… mmmmm, no sé.
35. La Poesía es bastante más seria de cómo se la trata.
36. Da igual el medio, el caso es que escribas bien y lo sientas en tu interior sin engañarte… los demás no importan.
37. Algunos poetas beben mal.
38. Me voy a comprar un sombrero para quitármelo delante de Alberto Pérez.
39. ¿Por qué me quieres… si lo que digo no va a agradarle a tus oídos?
40. A ratitos me he sentido utilizado… lo mejor es que lo sabía.
La verdad es que, cuando estoy metido en movidas liadas, suelo anotar solo las percepciones negativas… lo siento. La otra verdad es que durante estos días hubo momentos extraordinarios y la amistad y el amor por la literatura latieron por los cuatro puntos cardinales de la cusaquiana ciudad estrecha… y me da igual que no hayan asistido a los actos programados más que una media de cuatro o cinco personas de Béjar –lo esperaba, porque en esta ciudad nos conocemos todos, jeje–, y tampoco me parece buena idea –como se me ha sugerido– meter a muchachitos y muchachitas de la tierra en programación, porque esto debe ser más serio que un cursito municipal de verano… el que quiera asistir, que asista… el que no quiera asistir, que se quede tomando cañas… y si alguien cree que hay que forzar la asistencia con ‘apliques de plástico’, pues que lo haga otro, que yo ya voy mayor para estas cosas.
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El beneficio de la sombra que busco en las cerezas sumergidas sobre la mesa… el lienzo de los ojos pintándose si te miro o te extraño… la espera de noviembre con las calles recién tendidas y la camisa remetida en los pantalones… los tacones en la vitrina como un oráculo… los amigos devorados por el ácido que ahora llaman tiempo… la muerte como un asombro [la sombra de las cerezas sumergidas]… la sandía posada en unos labios y este sacudirse el calor con las manos recientes… las renuncias constantes [mi viaje pendiente al otro mundo]… el perfume de Dreyfus en los bellísimos cuerpos de las mujeres de Acaya… la música en los autos… el siglo entero con sus piedras y sus tanques blindados… el salmo de lo injusto y la navaja… las iguanas y los murciélagos topo… el Banco Nacional de cada cuerpo dormido… la misión del poeta… la jodida misión del poeta… la imposible misión del poeta…
Y que aún los pájaros solo canten para algunos.
CANCIONES PARA LORENA
Lorenita, esta canción me lleva a mis tiempos Cat Stevens.... me da buen rollito y me quita los problemas por el método del relax.
Este tema es uno de los que más escucho cuando siento que me falta algo.
A Jonathan lo conocí en Béjar gracias a mi amigo Miguel y dejo que me acompañe siempre que me siento cansadino... me da buen rollito.
Descubrí al Cuarteto Cedrón a la vez que me dejaba de los versos de Neruda. Esta canción, especialmente, marcó un hito en mi vida, pues con ella sonando escribí la trilogía a la muerte de Allen Ginsberg [una muerte que sentí demasiado... me doy cuenta ahora].
Conocí a Armando en su primer viaje de México a España –hace varios años– e hicimos una actuación juntos en Sevilla. Él quería introducirse en el mercado español, pero no tuvo suerte, a pesar de que es uno de los cantautores más especiales que he conocido en mi vida... y con un directo de morirse... la amistad sigue hasta nuestros días, y yo espero que un día no lejano se convoquen los astros para traer de nuevo a España a este tipo maravilloso. Oigo mucho sus discos –que tiene el detalle de enviarme cada vez que salen al mercado en Mex–. Absolutamente recomendable.
Y Kiko... ¿qué decir de Kiko?... es la hostia.
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