Tuesday, August 19, 2008

Estoy mojicón y gatinino.


A esta hora, son las 22:03, aún no tengo el parte del día del amigo Halarberito, y lo echo de menos. Puedo contar que el día fue peleón de trabajo, que sufrí una sanción administrativa que ha dejado mermada mi cuenta [es decir, en menos no sé cuánto], que falleció la madre de Mercedes y Mari Sol Colorado [suegra de mis amigos Juan Carlos y José Manuel] con lo que eso me trae de ‘tira, Felipe, que te pilla el toro’ [abrazos fuertes para ellos porque sé lo que suma una pérdida en el ardor y en las ganas], que vino a verme después de veintiséis largos años mi amigo de juventud Felipe Sánchez Sánchez [para todos Felipe Garute] para darme una lección de vitalismo y de humanidad completa [me hizo reír y llorar a la vez, y hasta se me puso la piel de gallinita al oír su relato de vida… y me sentí pequeño a su lado, muy pequeño].
Con estos mimbres puedo colegir [inferir, deducir] que soy feliz y que tengo lo más importante en mi mano: la percepción de que no me preocupa mi salud porque es aceptable, y que esto me sucede junto a la gente que quiero y gracias a la gente que me quiere.
Y que yo quiero ser como mi Isabelita Huete, esa mujer firme y desatada con la que me encuentro en la boca del metro de Correos cada vez que voy a Madrid [que son para contar con los dedos de una sola mano], una tía con dos cojones y un Mayo maravilloso al que apoyar y en el que apoyarse [yo también te quiero, Isabel, y me gustaría ser como tú], y también quiero ser como Donce [a la que no conozco, pero que ya es como de la familia], y como Guadalupe, y como mi preciosa Lorena con sus apuros mesoamericanos y su hermoso coraje para salir adelante cada día y tener a los suyos como reyes, y con mi Belencita reguapa vicedecanada, y con You y Malick, y con Diego y su Tere, y con Riobó, y con Sinda y Jesús...
Sí, hay mucha gente maravillosa de la que debo aprender y con la que debo hacerme una flecha lanzada hacia la felicidad, porque el tiempo es corto y hay que aprovechar/aprovecharnos de lo que por él pasa y es regalo.
Hoy, Halarberito, comprendí de repente que mi misión debe ser hacer felices a todos los que me quieren, y hacerlo con todas mis fuerzas.
Estoy mojicón y gatinino… y eso es muy bueno a veces.
Que le den bien por el culo a esa sanción administrativa, que me la refanfinfla.

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