Friday, November 9, 2007

Notas sobre creación.


Cuando escribo, lo hago para intentar quedar alucinado con el resultado. Busco sorpresa sobre mí mismo, que lo escrito resulte absolutamente distinto a la voluntad que lo trajo y, por tanto, no responda a mis planteamientos previos, sino que sea otra cosa, algo exterior a mí, algo en lo que descubrir que hay otro yo que desconozco y que estoy empeñado en conocer.
Esto/eso es la escritura.
De ahí también puede decirse que el que se autodenomina ‘escritor’, ‘poeta’ o ‘artista’… sencillamente no lo es, y hasta es muy probable que no lo sea jamás, pues se ha quedado detenido en el ‘narciso’ [esa fase difícil de llevar -para los demás y jodidamente pegajosa al cuerpo presente del que la padece], en la simple herramienta.
Escribir, crear, es algo mucho más complejo y bastante más íntimo [absolutamente íntimo]. Recuerdo ahora vivamente unas palabra de Alberto Hernández sobre la sorpresa que le producía alguna obra salida de sus manos y de su imaginario más profundo… se admiraba del resultado y hablaba de la falta de control sobre esas obras, una falta de control que las hacía absolutamente especiales.
Esa la calidad del verdadero creador, la de encontrar azar donde otros encontrarían engolamiento… la de preguntarse con preocupación sobre ese azar y la de someterlo a un proceso de conocimiento/reconocimiento que no transciende más que a uno mismo.
Y desde ahí, desde la balanza que lleva en un platillo el control de la herramienta y en el otro la azarosa casualidad [casuística], llegar al justo equilibrio… y la grandeza del arte radica en la muerte de la pieza [es una grandeza dura para el verdadero artista], justo cuando ya ha pasado por todo el proceso que la lleva al equilibrio, cuando deja de ser acto para el creador y empieza a ser recreación exterior, recreación de otros, cuando deja de ser ‘acción’ para convertirse en estatismo [cuando el creador siente sobre su obra: ‘ya no me importa… porque está terminada’].
*NOTAS
• Para el acto creativo es fundamental sentirse incómodo.
• Se sufre un dolor profundo al sentir tu obra terminada.
• La creación muerta ya no existe como tal. Quien le otorga existencia comete un pecado de falsedad.
• El creador busca descubrirse ante sí mismo.
• La mejor postura de lo exterior hacia un creador es la indiferencia.
• El acto creativo no precisa de justificaciones. Se lleva a cabo y basta.
• A veces se llega al acto creativo desde el automatismo [demasiadas veces].
• Un creador no es nada y no debe ser nada a los ojos de la gente.
• El creador juega siempre a buscar placer o dolor, no indiferencia interior… pero necesita sentirse aislado [sentir indiferencia social].
De FUMADORAS

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